La Línea Paralela

12.- EL LUGAR IMPOSIBLE QUE HABITO.

Qué tranquilidad, estoy en el paraíso de la vida, metido en el espacio grande de  conexión,  en el universo común, de lo que se encuentra sin que te hallen, cuando hay quien se pasa una vida buscando sin saber los deleites de encontrarse fuera de la cobertura del acecho de los depredadores, causantes de desgarrar los espontáneos instantes mágicos, o los buscadores de complicaciones, que no hacen vida y dejan el veneno de arrastrar sus aradas llagas a los bellos lugares, convirtiéndolos en fangosos paisajes.

Que sensaciones mas buenas, estar aquí, alejado y sin opción de acceso posible para esos personajes, sin que arranquen los peldaños de ilusión de la energía, que en la distancia de los vuelos me encuentro  a mi mismo, sin la presión de organizar su imposible ritmo de respiración y su sofocado y enfurecido aliento. 

En el abandono crece la fantasía al capricho propio, porque estar desocupado no es motivo de despojarse de las posesiones propias de identidad, cuando las preocupaciones se han dado su vuelta de página y solo encuentras el sonido del viento, ...es muy gratificante.

Es maravilloso acceder al encuentro del lugar que llena de vida lo que siento y me atrapa, porque soy el encuentro de lo que rodea la distancia en el tiempo, con las circunstancias que la imaginación origina el fruto de las experiencias vividas.

¡Que bien estoy aquí!, el lugar que me ha traído.

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