La Línea Paralela

70.- LOS MOLESTOS PREVISTOS.

Mira lo que te voy a decir, estoy sentado y me estoy moviendo, los que estamos aquí, tienen las mismas sensaciones, cuando el traqueteo es más fuerte, todos botamos más y cuando es menos, todos menos y no es que sea voluntario, si alguno se opone, igual que se enfada, con el mismo avance en sentido contrario, se desenfada y si alegramos la cara, ¡Mejor!, Porque el remedio en el resultado es el mismo, ¿Qué paramos durante unos instantes? Por los instantes que vayamos a toda pastilla, porque tan atractivo es el paisaje en movimiento, como en imagen congelada., ¿Qué hay curvas?, Pues se moldean para seguir la corriente, ¡Ojo!, Lo mismo para un lado, que para el otro, todo sea por llegar y aguantarnos, porque si es compatible y oportuno, ¡Pués se hace convivencia! Y si no hay ganas o los acompañantes están con cara de haber comido acelgas, ¡Pués nos quedamos calladitos! Y si el ánimo está flojo y las tripas crujen, ¡Pues el tente en pié!, ¿Qué no sabes que hacer?, ¡Pués como buen remedio una cabezadita de sueño!, Aunque cuando te asaltan por cuales derroteros vaya tu vida, pegues un sobresalto con esos espontáneos que te lo dicen en un montón de maneras diferentes y parece que al final en tu sosiego de descanso "te vas a poner a bailar un rock rol", ¡Pero bueno!, A esos se les enseña siguiendo al principio su ritmo, para después ir metiendo velocidades y "si siguen en sus trece", para "tiquis miki", no hay quien me gane, pues para tomar la medicina que dan, se la toman a sorbitos en pequeñas porciones, sin que se den cuenta, "se ponen como gallina sin cabeza", ¡Que no saben que dirección tomar! y "vamos que se las toman todas".

<Al final el verdadero valor, está durante el contenido del recorrido más que en el resultado o lugar de llegada, porque de lo que se ha aprendido cuando llegamos a nuestro destino es lo que nos hará continuar>.

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