Vengo porque el mundo de los vivos se me acabó. ¿Quién es usted? Soy tu guía, me llamo Don Pedro, ¡Aunque te conozco...!, Dime, ¿Cómo que al final estas aquí?, Mire usted, me emborraché en el bar de las cuatro esquinas y ya tendrá que imaginar, con todos los años que llevo deambulando con los vivos, se vé que el Señor estaba cansado de verme, con todas las fatigas que he realizado a lo largo de toda mi vida y bueno, aunque el efecto se me ha pasado, porque mire usted Don Pedro, con la interminable caminata y la cuesta arriba tan fuerte que hay para llegar hasta aquí, se pasó el efecto, así que ni resaca, ni dolor me ha quedado y con todo el trasiego desde que salí del pueblo, pues mire usted Don Pedro he llegado aquí, así que, sea considerado y déjeme pasar por la puerta grande, cómo a los que dan su vida, por su alegría, para entregar a los demás y se van al otro barrio, para seguir felices, con los que lo fueron y me enseña lo que hay allí adentro,.
Bueno como veo que es buena persona y no vas a resucitar a largo plazo, le dejo pasar, ¡Muchas gracias Don Pedro!, con toda la caminata de la cuesta le pido por favor con toda humildad, me lleve como buen hombre que es, al bar mas cercano, para calmar mi sed y tomamos unas cervecitas y así, me reanudo y celebramos mi llegada, hacemos una fiesta por todas las cosas que me arrepiento y nos olvidamos de los errores que he cometido y de los aciertos que tuve que abandonar y así aquí con la venida de las buenas, nos conocemos todos, para cumplir como dice Dios en el Reino de los Cielos, «amaros los unos a los otros como yo os he amado, AMÉN (así sea)».
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La Línea Paralela
RandomRelatos de Reflexión - Escritos de Amor - Felicidad y Sentimientos