La Línea Paralela

163.- FU FÚ.

Llego, aquí ya estuve hace tres años, me acerco a la dependienta y saludo y con mucho agrado me saluda, pregunto si me recuerda, me contesta otra respuesta, si he vuelto a trabajar con los mismos de antes, digo que no, que vengo a ofrecer mis productos, son los que les mostré la última vez que estuve aquí con bastantes novedades como novedad y como conozco el pescao, pregunto por Patricia, la encargada, hay que esperar porque siempre está ocupadísima y está en el almacén, a continuación viene, no a mí, sino a su dependienta, con un móvil pegado a su oreja, no ha cambiado es la misma de hace tres años, con un aire, que parece que solo respira ella y a través de la dependienta, me presenta, sin tener opciones de acreditar mi presencia, de la misma manera que la otra vez, nos saludamos y en mi presentación mientras ordena a su dependienta, se pone a hablar por teléfono, diciéndome que puedo dirigirme a ella y exponer mi visita con mis productos, actuando ella con movimientos espontáneos de búsqueda, con su mirada hacia las estanterías del fondo, dejándome insitu, con entre palabras y ausente a su presencia, en mi abandono, como si estuviera sola y en mi situación haciendo espera desde el punto de partida y a continuación, entre vistas del mobiliario del comercio, veo que está a otros asuntos detrás del mostrador, haciendo giros la dependienta sobre ella, "dorándola la píldora" y en su adiestramiento diciendo "si guana" a todas sus expuestas peticiones, como si fuera "una pelota de goma", botando alrededor de Patricia y cuando la pobre dependienta me ve clavado en el mismo punto de partida, me avisa, diciéndome que me acerque que está aquí; bueno, me acerco y muestro mis productos y me hace profundo desprecio, según voy mostrando el género que ofrezco, sin dejarme terminar la exposición de mis argumentos y contestándola que no se preocupe de no aceptar mi cartera, pues solo acepto que estén en lugares que lo valoren con amor, la pido que sea feliz y pase un buen día, quedándose con su teléfono pegado a su oreja.

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