La Línea Paralela

165.- RETIRANDO ENTRE TODOS LAS PIEDRAS DEL CAMINO.

Vamos a perdonar, hay que perdonar, perdonar es ganar libertad, es dar consuelo al origen del dolor, si nos hicieron daño, la mejor medicina es el perdón.

Hay que ser sinvergüenza en estas situaciones y dar posibilidad de cobertura a los que pensamos son los causantes de las adversidades, porque ofreciendo esta opción desatascamos el colapso y descubrimos si las causas se han producido por ignorancia, por mal entendido, si hay buenas intenciones y no hemos sabido acoger lo que venía, o no esperábamos fuera a suceder de esta manera y no correspondemos al auxilio ajeno, o en su contra a contracorriente se ha producido informaciones erróneas ajenas a todas las partes, o descubrir las intenciones del causante, para conocer su propósito natural de maniobrar sobre las causas oportunistas creadas con meras consecuencias de hacer daño.

Abandonar la opción de una reconciliación, es abandonarse a uno mismo, descolgarse y bloquear el emprendimiento hasta donde se ocasionó el siniestro, sin conocer si verdaderamente éramos nosotros mismos los causantes de la situación, o se produjo por terceras causas, o por invasión a nuestra identidad y pertenencias.

Por ello es muy importante conocer los orígenes de las situaciones de los estados, el porqué y el cómo se ha llegado a enlazarse la razón a semejantes estragos, para evitar consecuencias irreversibles hay que ponerse en el lugar de la parte opuesta, manteniendo la posición propia con respeto, con correspondencia en los ritmos y tiempos, para que las reacciones no se atropellen unas con otras, tener tacto, para mediante la comprensión se pase de una oposición, a un desahogo de aceptación de todos los querellantes, con la intención del perdón mutuo como solución de los problemas.

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