La Línea Paralela

195.- ¿NECESITAMOS TANTO?

¡Cuánto de todo!, Estamos sobrados y queremos más y con lo que hay no estamos conformes, es un "rum rum" constante en la cabeza, ¡Que si hoy hace falta esto, tengo que comprar aquello!, ¡Vamos a ese sitio, está lo que quiero allí!, ¡Me gusta más lo de aquí que lo del otro lado!, ¡Vi a mi vecina con esa cosa y quiero otra igual!, ¡Cómo fulanito va al pádel, también quiero ir yo!, ¡Estoy haciendo una dieta y tengo la despensa llena de pastillas para adelgazar, las he comprado hoy!, ¡Qué si teatro!, ¡La clase de inglés!, ¡Si después la clase de ajedrez!, ¡Tengo a la abuela en al fisio y me han dicho que el mengano arregla el cuerpo a María la Santísima!, ¡Que si hay que ir de compras y hay que comprar medio supermercado!, ¡Cómo si nos fuéramos a morir mañana!, ¡Si me gusta la carnicería que está a la otra punta de la ciudad, ¡Allá voy!, Y si no, los cumpleaños del amiguito del niño, ¡Vete a buscar el regalo a misión imposible, deprisa y corriendo, hay que estar en la celebración en media hora!, ¡Si viene "quién sabe quién" y tengo que comprar el trajecito de la tienda!, está en la Gran Vía y no hay narices de aparcar ¡Y a continuación preparar deprisa y corriendo una cena de seis horas de preparación, con guinda incluida!, Y si no, cuando llegas a casa con compras, ¡De hoy me acuerdo y mañana están en el trastero!, para dejarlo bien encajado al milímetro cuadrado en estantes y despensero,

Después de pesadas horas de trajines y estresantes obligaciones del trabajo, cuando terminas, a cenar, con lo que pillas cuando abres la puerta del frigo y agarras lo primero que encuentras, para seguir vivo, después de haber mal comido a medio día, por donde "ni se sabe" y agotado en casa, "a las tantas" de la noche, pasas de cocinar, porque "no puedes más", para después, vete a la tienda de venticuatro horas a por los bomboncitos del día del Santo, para seguir dando más de sí, de todas las historias que tengan por venir y como mañana hay que llevar al chiquillo al cole, pues búscate una gasolinera cuando vayas a meterte al dormitorio, para no quedarte a medio camino sin combustible, para levantarse media hora antes mañana, cuando cierras los ojos, te sigues imaginando, todo lo que tendrás que hacer al día siguiente, sin saber lo que ocurrirá, con un ritmo insoportable, terminando por dar puñetazos a la almohada,

Sinceramente, ¡Necesitamos tanto!

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