La Línea Paralela

166.- SIN FECHA DE CADUCIDAD.

Tic tac, tic tac, tic tac, el tiempo es... Inventamos los útiles para medir lo que transcurre a lo largo del espacio en los lugares donde pasamos la vida y de éste modo, como herramienta, se miden las capacidades de llevar a cabo los objetivos, reparando el espacio con el tiempo infinito para realizar sus pruebas a superar.

Primero los humanos nos dimos cuenta a través de los movimientos del avance del Sol, (cuando realmente es la Tierra la que se desplaza alrededor del Sol), sabiendo y conociendo su transición con el movimiento de las sombras, también vimos que con los calados en rocas y las cimas de las cumbres haciendo raso con los rayos solares, por la línea de las sombras, las limitaciones nos indican el momento del día, a continuación se crearon plantillas en superficie con grabados, para definir el instante del momento, conllevando posteriormente las analogías de reloj de cuerda, de pila, los digitales y con la tecnología actual los relojes inteligentes.

Sabemos en la actualidad medir exactamente el tiempo, a través de los relojes, pero ¿Verdaderamente el tiempo existe tal y como pensamos?

Todo lo que hemos creado tiene un periodo de comienzo, de desarrollo, de resolución y de caducidad, pero la naturaleza del tiempo es infinita y nos basamos que no lo sea. Si el movimiento del planeta cambiara y el día tuviera más o menos horas, el intervalo en sus períodos cambiarían, pero el transcurso sería el mismo, no se ampliaría o se reduciría, seguiría siendo en el nuevo estado idéntico al anterior, por lo tanto la medición del tiempo creada por los humanos es una herramienta de orientación para medir nuestros propósitos.

Los medios naturales tienen a lo largo de su historia, una transformación por la evolución de ir modificándose por los agentes propios y externos, pero no son los causantes del tiempo, pues lo que hace que se denomine así, es la suma de todos los estados que transcurren en su conjunto creándose para transformarse y convertirse en nueva creación y así de forma periódica.

Cuando nos regimos por las medidas hechas por los humanos y creamos el concepto de tiempo, de algún modo nos autocaducamos porque nos sometemos a plazos concretos de conclusiones con un fin y posteriormente se hace un comienzo para continuar a otras etapas; sin embargo si nos regimos por el tiempo del universo, disponemos para realizar nuestros pensamientos de forma infinita, incluyendo sin descartar el conjunto asociado del desarrollo de todas nuestras vivencias, tal y como, entre otras opciones infinitas el tic tac, tic tac, tic tac, el tiempo es... Siempre.

Ver "Leiva - Superpoderes" en Youtube