- subamos para que te recuestes..Dijo apenas entraban por la puerta de la casa.
-ya me siento mejor Suo..
-eh? qué sucedió? Preguntó su madre acercándose al oírlos.
- kei no se siente muy bien.. lo llevaré arriba para que descanse..
-Suo, enserio ya estoy bien..no es necesario..
-oh no, será mejor que descanses hijo..habrá sido el cambio de aire? te prepararé un té y algo liviano para comer.. Le dijo alarmada.
-no se preocupe. Dijo sintiéndose incómodo por causar molestias. -realmente no es necesario...Suo está exagerando un poco.
-no seas testarudo y haz caso.. Contestó Suo con voz más firme. -esperame en el cuarto, ayudaré a mamá a prepararte algo...
Sin muchas opciones, kei subió al cuarto, buscó en su bolso el medicamento y se apoyó sobre unas almohada en la cama a esperar a Suo. Había sido un dia casi perfecto. En su mente repasaba los lugares que habían visitado y se lamentaba por haberlo arruinado así. Un fugaz pensamiento le distrajo. No había comprado ningún objeto de recuerdo del viaje tal como las pulseras que Lan le había comprado una vez. Si tan solo pudiera saber que al menos se encontraba bien. Después de incesantes y fracasados intentos de llamadas a un número fuera de servicio, con el pasar del tiempo había desistido de buscarlo. Sus más preciados recuerdos lo guardaría para siempre en el espacio dividido de su corazón que le pertenecía a Lan.
Luego de comer e ingerir la medicina, kei comenzó a sentir los efectos del cansancio por el largo y extenuante día. Suo, más tranquilo al verlo recuperado, comenzó a ordenar y preparar la cama para acostarse.-quieres tomar un baño antes de dormir?
-mm..no tardaré..
La humedad empañaba vidrios y espejos y el vapor nublaba el temperado ambiente del cuarto de baño. Kei se relajaba bajo el agua caliente que recorría su pequeño y fino cuerpo cuando oyó la puerta abrirse.
-S..suo?!..que haces..
-shhh..no levantes la voz..me bañaré contigo.. Susurró.
-pero..tus padres..
-sé que estás cansado...no haré nada.. Dijo mientras se metía en la bañera justo detrás de kei. - déjame lavarte el cabello...
Sus dedos lo masajeaban suavemente mientras se enredaban en su negra cabellera cuando repentinamente comenzaron a descender por el cuello, la espalda, la cintura. Un lento rodeo ubicó sus manos en el abdomen de kei sin dejar de avanzar.
-Suo!.. Reprochó.
-sshhh..no hagas ruido..
Suo, pegando su cuerpo a la espalda de kei, continuó bajando hasta detenerse en la parte más baja de la entrepierna mientras el agua caliente los envolvía. Unos cálidos besos en su cuello distrajeron a kei cuando un movimiento dejó escapar un suspiro sigiloso de sus labios al sentir las manos de Suo envolviendolo. En una rápida acción, Suo lo giró para quedar frente a frente y besarlo con tal fervor que ambos aceleraron sus respiraciones inevitablemente. Kei, entregado a sus instintos, sin contenerse sujetó el magno y grueso miembro de Suo al tiempo que éste hacía lo mismo. Ambos, en medio de una exaltación desenfrenada, se friccionaban enérgicamente mientras se besaban absortos de placer. Intentado mantener con gran esfuerzo sus gemidos silenciosos, kei puso su otra mano en el bulto bajo el miembro de Suo y comenzó a masajear provocándole su maxima exitacion.
-aahh..si sigues haciéndolo así, no aguantaré más.. Dijo entre gemidos.
-hagámoslo juntos..
Unos segundos después, el viscoso y blanquecino fluido de ambos se deslizaba por sus cuerpos resbalando junto con el agua caliente.
Durmieron placenteramente agotados esa noche en la antigua habitación de Suo.
-no olvidas nada verdad?..
-empaqué todo Suo, no es mucho lo que trajimos..
-mamá, papá..ya nos vamos..
-no dejen pasar mucho tiempo para venir otra vez.. Dijo entristecida y apenada mientras los abrazaba con fuerza.
-vayan con cuidado y avisen al llegar. Comentó el padre de Suo. -cuidense mucho chicos..
-adios y gracias por todo..
Kei acarició por última vez a Nana y se fueron a la estación para tomar el próximo autobús.
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2BLE AMOR
RomantizmEn ocasiones la felicidad se encuentra fraccionada...Sólo se puede sentir encontrando y uniendo las piezas que completan el amor.