La casa...un lugar que se habitó con ilusiones y sueños, ya no era un hogar. No había risas, no había llanto, no quedaba nada ahí. La vida de un pequeño ser había desaparecido llevándose todo junto a él. En medio del espacio muerto, una alta y precaria figura de pie, sostenía los últimos bolsos.
Los recuerdos pesaban demasiado para permanecer. El aroma de kei aún perduraba en ese aire. Su existencia aún se podía sentir en la piel. Un repentino frío recorrió su espalda al recordar unos cálidos besos, unas pequeñas manos rodeando su cuello, unos profundos ojos negros. Los vestigios de días pasados invadieron cruelmente su mente. Mientras pasaban como fotografías cada una de las escenas más atesoradas junto a kei, su cuerpo comenzó a temblar y su respiración a dificultar. Recorriendo las paredes desoladas, cayó de rodillas sintiendo la frialdad en la atmósfera. Cuánto duraría esta agonía?
"deja de dolerme kei..por favor bebé..ayúdame a que me duelas menos" ..Rogó en su mente.
Cada rincón escondía su rastro..todo en ese lugar tenía la huella de kei.
_Lan!..vámonos ya.. El llamado de Suo desde la calle lo sacó de sus pensamientos.
Con esfuerzo, dejó a un lado la tortura, respiró profundo y se levantó con resignación para cruzar por última vez aquella puerta que guardaba en su interior las memorias de un amor ausente.
Bajando con pasos pesados la ancha escalera, Lan dejaba atrás la vida que perdió.
-gracias por todo señores Ohara..
-hijos queridos.. Con lágrimas en sus ojos, la señora Ohara los abrazaba. -hubiera preferido que se quedaran ..pero puedo entender su decisión...solo tengan en mente que si necesitan algo, aquí estaremos siempre para ustedes..
-estoy muy agradecido por toda su ayuda y apoyo..cuidense mucho...vendremos a visitarlos...Adios.
Lan y Suo, subieron al auto. Cargando bolsos, recuerdos y dolor, se alejaron sin mirar atrás.
Ninguno sabía cómo continuar. El futuro era incierto y el presente insoportable. Solo un sentimiento los unía...debían permanecer juntos. Unicamente así podían compartir la esencia de kei guardada en el interior de cada uno. Y tal vez así, la soledad podría ser menos devastadora.. tal vez.
Recibiendo la suave y cálida brisa en sus rostros a través de las ventanas, las lágrimas eran gentilmente arrebatadas mientras lado a lado, ausentes en sus propios pensamientos, el viaje los llevaba a un nuevo destino.
El camino parecía más largo, el tiempo más lento y la tristeza más pesada.
El celular en el bolsillo de la chaqueta de Suo sonó.
-si, ya dejamos la casa.. -no es necesario mamá.. - mmm.. - no te preocupes, estoy..bien. Mintió con dificultad. - necesito hacer esto..estaré bien..puedo hacerlo. Volvió a mentir. - te llamaré..Colgó. El llanto asomó discreto e incontrolable en sus ojos claros. Lan, sin apartar la mirada de su ventana, extendió su mano en busca de la de Suo en un intento por ofrecerle un atisbo de consuelo. Ambas manos permanecieron unidas con fuerza el resto del sigiloso y angustiante trayecto.
Finalmente el auto se detuvo. Tras los minutos que les tomó encontrar su determinación, dos chicos con miradas vacías descendieron para enfrentarse a la fachada de una nueva vivienda. Las palabras no eran necesarias, el silencio contenía todo el significado de lo omitido.
Frente a ellos, una nueva puerta esperaba ser abierta.
El desafío estaba a unos pasos..intentar continuar viviendo.
ESTÁS LEYENDO
2BLE AMOR
RomanceEn ocasiones la felicidad se encuentra fraccionada...Sólo se puede sentir encontrando y uniendo las piezas que completan el amor.