Parte 20 velas

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Suo contemplaba una pequeña y delgada figura durmiendo cómodamente a su lado. Sin apartar su cariñosa mirada, disfrutaba recorriendo los pequeños detalles de su rostro sereno y el contorno de todo su cuerpo.

-eres hermoso.. Susurró apenas. 

-mmmm.. kei se quejó somnoliento. - dijiste algo?

-dije feliz cumpleaños niño mal criado y perezoso..

-bueno, hoy recibiré el doble de mimos por ser mi día no es así?. Dijo sonriendo.

-si crees que lo mereces..Contestó con gracia.

-hey, que malo eres..te aguanto no? con eso tengo el cielo ganado.

-no puedo creer que hayas dicho eso. Respondió abalanzándose sobre kei para dejarlo sometido bajo un ataque de cosquillas. 

-esta bien ..lo siento..retiro lo dicho ..dijo entre risas intentando detener a Suo.

-y dime..que quieres hacer en tu día..

-quiero pastel! Sin dudar su respuesta.

-arriba entonces..vamos por un gran pastel..


 - y bien?..te gustó alguno?

-el problema es que me gustan todos.. Dijo mirando la gran vitrina de pasteles de todos sabores bellamente decorados.  -es difícil decidir..creo que mmm...tal vez ese?..no.. mejor ese otro de allá..espera..ya está...ese!.

-llevaremos aquel por favor..

-vamos por algunos adornos?.. -vamos..


En un grato paseo, fueron recorriendo diferentes tiendas comprando lo necesario para organizar una pequeña fiesta. Llegados a casa , comenzaron a decorar inflando globos y colgando cintas de colores por cada esquina. Una cuidadosamente organizada mesa repleta de cosas deliciosas aguardaba a sus comensales con una gran torta en el centro llena de velas esperando ser encendidas. 

Un par de golpes en la puerta hacían saber la llegada de algunos compañeros de trabajo de Suo que quisieron asistir para entregar sus saludos y buenos deseos a kei. Una agradable tarde en medio de risas y conversación avanzó,cuando un par de golpes más sonaron en la puerta.

-señora Ohara! pase por favor..

-hola hijo..muchas felicidades mi niño..

-me alegro que haya venido...le ofrezco algo para beber.. Dijo kei muy animado.

-toma esto, te traje un pequeño regalo..puedes abrirlo después..

-muchas gracias señora Ohara, no debió molestarse.. Dijo kei mientras recibía el paquete que dejó sobre la mesa junto a los obsequios de Suo y sus compañeros.

La pequeña fiesta se desarrollaba en medio de un encantador y divertido ambiente. Todos disfrutaban de anécdotas que relataba Suo mientras kei iba rellenando los vasos de los invitados.

-quieres abrir los regalos?

-empezaré por el tuyo. Le contestó animoso. -veamos que es...vaya! que linda chaqueta Suo! gracias..me queda perfecta. Dijo al ponérsela de inmediato.

-se ve muy bien..me alegra que te guste..cual abrirás ahora? 

- el siguiente será el de la señora Ohara..Dijo mientras abría la cajita con prisa. Tomándolo con sorpresa, levantó una brillante y delicada cadena con una hermosa piedra color azul claro colgando de ella. Le tomó unos minutos reaccionar a lo que tenía enfrente.

-wow! gracias señora Ohara..cómo supo que me gustaba el Larimar?..

-solo adiviné hijo..Contestó con una cariñosa sonrisa.

-deja ayudarte a ponerla..Suo con cuidado rodeo el cuello de kei mientras cerraba el broche del reluciente collar.

Una vez abiertos todo los regalos y agradecer cada uno de ellos, en medio de vitoreos y aplausos, Suo dió el aviso de encender las velas del gran pastel. Mientras minuciosamente se iban prendiendo cada una, kei miraba el collar que pendía de su cuello absorto y melancólico. Esta piedra guardaba un significado especial y valiosos dentro de sus más preciados recuerdos. Completamente ausente del presente, inmerso en su lugar interior de memorias, su pecho comenzó a doler provocándole dificultad para respirar. Suo acababa de encender todas las velas iluminando el hermoso pastel con brillantes destellos que se reflejaban en los rostros de todos, cuando repentinamente kei cayó al suelo con un fuerte y seco golpe. Todo el resto de la escena se vivió como si el tiempo por un momento se detuviera dejando las miradas de los presentes atónitos en dirección al suelo, y luego comenzara a avanzar a una velocidad tardía  con Suo lanzándose de rodillas al lado de kei tras un intenso grito angustiado.

-kei!!! kei!!!!Clamaba desesperado.

Minutos seguidos, Suo bajaba las escaleras con un kei inconsciente en sus brazos mientras los demás detenían un taxi en medio de la calle.

En el segundo piso de la casa, las velas de un abandonado pastel, se consumían en la soledad de la sala. 




2BLE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora