✔ 𝗘𝗟 𝗠𝗜𝗦𝗧𝗘𝗥𝗜𝗢 𝗗𝗘 𝗔𝗡𝗨𝗕𝗜𝗦 ━━━━ Moonknight

15. Heridas

Star comía galletas con chispas de chocolate mientras se tomaba un gran vaso de agua de guayaba.
Eran las cuatro de la madrugada y no había podido dormir nada debido a que su instinto le decía que no debía hacerlo, la noche se había sentido algo alboroteada después de que la habían perseguido y no se sentía bien.

Jake aún no llegaba y eso le preocupaba, no tenia idea de donde había ido y por la hora que era no podía hacer gran cosa, solo esperar, al principio había intentado dormir pero le fue imposible.

Escuchó unos pasos acercarse a la puerta y se levantó como un rayo, tomó lo que primero que vio, una cuchara, y se ocultó detrás de la puerta.
Por ella entró la silueta de un hombre pero Star se relajó al ver que era el que la tenia despierta a altas horas de la madrugada.

—¡¿Donde carajos estabas?!— le gritó saliendo detrás de él haciendo que se asustara y soltara el objeto que llevaba en sus manos —Pudiste haberme dicho a donde irías ó tan siquiera mandarme un puto mensaje.

Jake solo se dedicó a observala con la tenue luz de la calle, era la primera vez que llegaba de cometer algún delito y escuchaba esas palabras, normalmente cuando alguien lo esperaba era para intentar matarlo ó pedirle algún trabajo, esto.... Esto era un gran cambio para él y eso lo había dejado sin palabras.

—¿Que traes ahí?— preguntó la pelirroja al ver una maleta a su lado.

Ella se acercó apartando al pelinegro y la tomó pero enseguida apartó su mano al sentir un líquido especial y caliente sobre dicha maleta, pudo ver el tono rojizo y su corazón latió como loco.
Star fue al interruptor y encendió la luz de la habitación, fue cuando pudo ver la escena frente a ella dejándola sin palabras.

Jake tenía cortes, rasguños, moretones y una apuñalada en el estómago, su cara parecía demostrar que no había sido una buena noche y la maleta tenia gran cantidad de sangre.

—Me veo de la mierda ¿Cierto?— preguntó tratando de aliviar la tensión —¿Ibas a protegerte con una cuchara?

Star no le respondió y solo tomó su mano para guiarlo al sofá en donde hizo que se sentara y ella fue por el botiquín de emergencia.

—Dime que te pasó— exclamó quitándole su corbata y después su saco, abrió sus grandes ojos marrones al ver el daño que le habían hecho —¿Por qué no llamaste el traje para sanarte?

—No me gusta el camino sencillo— respondió mordiéndose el labio inferior al sentir las manos de Star tocar su abdomen.

—¿Te gusta lo difícil?— cuestionó la chica.

—Me encanta— una sonrisa coqueta apareció en el rostro de Jake pero fue ignorado.

La pelirroja comenzó a curar sus cortes y la apuñalada, no fue fácil esta última pero agradecía mentalmente a Valentin por haberle dado consejos de curación.

—¿Que hiciste?— volvió a cuestionar —Por favor dime que no traes algún muerto en la maleta.

Jake rio levemente —No, fui por el abanico pero no creí que se fueran a poner violentos— su tono carismatico seguía presente aunque le dolía todo el cuerpo.

—¿Fuiste tu solo? Creí que yo te acompañaría, si hubiera sido así no estarías casi muerto ahora.

—Khonshu no quería que fueras conmigo.... Y yo tampoco— Tal vez era el dolor corporal que sentía pero comenzó a ser sincero —Sharon dijo que iba a ser peligroso y lo que menos quería era que estuvieras en peligro, si me hubieras acompañado no estaría casi muerto, estaría matando a todo aquel que te hubiera tocado.

Los ojos de Star se posaron en él, repasaba bien sus palabras mentalmente y sintió una ola de emociones golpearla.

Jake reprimió un gemido de dolor al sentir el alcohol estar en contacto con su piel, durante los próximos minutos solo se dedicaba a observarla hacer su trabajo.

—Nunca antes nadie me había esperado después de una misión, nadie había curado mis heridas, siempre tenia que hacerlo yo solo.

—Pues ya no será así Jake Lockley— respondió la pelirroja terminando de ponerle un curita en su ceja.

Una vez que terminó de curarlo se levantó y camino a la cocina por un vaso de agua y una pastilla para que calmara el dolor de Jake.

—Tu cara de preocupación solo es para ocultar tu sonrisa burlona ¿no es así?— cuestionó Jake con una sonrisa de lado mientras tomaba la pastilla.

Star sonrió, si, alguna vez deseó golpear a Jake pero ahora le dolía verlo así —Solo un poco, te recuerdo que también compartes el cuerpo con Marc y Steven.

No quería ni imaginar la explicación que debía darles mañana temprano, seguramente se preguntaran el porque su estado físico y el hecho no recordar nada.

—Debemos decirles— exclamó Star viendo fijamente al pelinegro —No podemos seguirles ocultando todo esto y ahora menos podremos hacerlo.

Jake lo pensó un poco, tenía razón, después de esta noche seguro lo descubrirían ya sea por el hecho de que no pudieron pedirle matrimonio a su novia ó por el aspecto de como si los hubiera arrollado un tren que llevaba.

—Si.... Mañana pensaré como decirles...

Star resoplo cansada y se dio media vuelta pero antes de que pudiera avanzar fue jalada por Jake para quedar tumbada sobre su cuerpo, tuvo que apoyarse en sus hombros para no quedar muy cerca mientras él tenia sus manos en su cintura.

—Pero por esta noche solo quiero que seamos nosotros dos— habló en tono bajo y seductoramente, sacándole una sonrisa a su pequeña pelirroja.

—¿Solo nosotros?

—Solo nosotros.

Star se acercó a su rostro hasta que sus respiraciones se mezclaron, sus labios chocaron y fue cuando el vals entre sus bocas comenzó.

La forma de besar de Jake era completamente diferente a la de Marc y Steven, Jake era más demantante y apresurado, como si hubiera esperado mucho por ese beso, a su lado ella se sentía una inexperta y eso le encantaba, sus pulmones gritaban por aire y tuvieron que separarse.

—Yo diría que vayamos a dormir— susurró Star —Debes descansar, además ¿No te sentías adolorido?

—Si pero lo único que aliviará mi dolor eres tú.

No tuvo que decir otra cosa porque los labios de ella estaban nuevamente pegados a los de él.

Jake la cargó sin tanto esfuerzo y se dirigieron a la cama que compartían en donde sus fantasías, cariño y amor deslumbraron en su máximo esplendor, la noche transcurrió entre ambos al tiempo en que el sueño se esfumaba y así continuaron hasta el amanecer.
Seguramente ambos despertarían adoloridos pero que importaba, solo querían disfrutar esta noche y mañana pensarían en los problemas que traerían.