11. ¡Gracias a Osiris!

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—Mi madre....— susurra Star viendo al dios.

—Elizabeth fue mi avatar hace años, solo por poco tiempo....

—¿Por qué?— preguntó la pelirroja con curiosidad acercándose un poco.

—Enfermó misteriosamente y ni yo pude resusitarla— ella escuchaba atentamente cada una de sus palabras, eso ers cierto, su madre había enfermado y ningún doctor pudo saber que tenia y mucho menos como salvarla —No sé donde encontrar a Seth ni a Anubis....

Star bufó en voz baja, le gustaría saber más sobre su madre pero debía concentrarse en el problema más reciente.

—Estoy seguro que Anubis puede decirte donde está y para encontrar al chacal necesitas seguir sus pistas— continuó Osiris.

—¿Pistas?

—Siempre fue quisquilloso a la hora de esconderse, decía que cualquier mortal podía encontrarlo solo si era lo suficientemente digno y astuto, así que dejaba pistas.

—Y, ¿Donde puedo empezar?

Osiris sacó de sus prendas un pedazo de papel, parecía ser una escritura vieja y se la entregó a Star.

—Leé en voz alta— ordenó.

La pelirroja extendió el pergamino y leyó.
—Te soy útil en verano, más no en invierno, me abrirás o cerraras dependiendo de tu necesidad, si eres bastante inteligente con esto me encontrarás...— ella arqueó una ceja —¡¿Esto es todo?!

—Es todo lo que tengo.

Dicho esto Osiris movió su mano y el escenario cambió volviendo a donde estaban antes, el templo solo que Osiris ya no estaba.

Jake se levantó del suelo en donde se había sentado para esperarla y fue hacía ella observando el pergamino que tenia en sus manos.

—¿Que te dijo?— cuestionó.

—Que tenemos que encontrar pistas que Anubis dejó para llegar a él— resumió con una falsa sonrisa, lo que menos tenían era tiempo y ahora debían resolver un juego de acertijos hecho por el chacal.

Jake resopló y ambos caminaron nuevamente a la salida en donde Khonshu y Tueris los esperaban sin saber que dos siluetas los veían desde las sombras.

—¿Crees que sabrá completar la misión?— cuestionó Osiris dirigiendose a la silueta más pequeña que estaba a su lado.

Ella sabrá, lo lleva en la sangre— respondió una voz femenina.

En cuanto Jake y Star llegaron nuevamente al barco las miradas esperanzadas de la deidad y el dios se posaron sobre ellos.

—¿Y?.... ¿Consiguieron algo?— canturreo Tueris.

Antes de que la pelirroja pudiera hablar Jake le arrebató el pergamino de las manos ganandose una mala mirada y se lo entregó a Khonshu el cuál lo leyó.

—Estúpido Anubis— exclamó —Cree que tenemos tiempo para sus juegos mortales idiotas.

Mientras regresaban al mundo de los vivos en el barco, porque sí, cada que se subian al barco era como si cruzaran la delgada linea entre la vida y la muerte pero poco les importaba a ambos, Star pensaba en las palabras de Osiris, mayormente en donde mencionó a su madre.

¿Por qué su madre fue su avatar? Ella era una pintora en Londre ¿Oh no? ¿Por qué dijo Osiris que no pudo resusitarla? Millones de preguntas cruzaban por su mente y detestaba saber muy poco.

—¿Estas bien?— Jake se acercó a ella quedando a su lado izquiero y preguntó con un con tono de preocupación, solo un poco.

Star no respondió y solo se recargó en su hombro, observando hacía al frente con su mente vagando en muchos misterios.

Él se removió un poco ante ese acto pero no se apartó, sentía que Star había descubierto algo más que solo lo de Anubis.

—Hueles igual a Marc y Steven— habló la pelirroja con voz baja.

—Tenemos el mismo cuerpo, aunque claramente yo soy más atractivo.

Star no respondió y solo se limitó a sonreír, se restregó en el hombro de Jake como un gato restregandose a la pierna de su dueño, aspirando su aroma, ese aroma significaba mucho para ella por Marc y Steven, eran ese pedacito de anhelo que la liberaban de sus problemas y justo ahora eso era lo que necesitaba.

Jake inclinó un poco su cabeza para recargarse en la cabeza de ella, sintiendo la misma sensación que había sentido antes, era raro pero no quería apartarse ó darlo por terminado.

Llegaron al final del viaje en donde ambos bajaron del barco para volver a su mundo, frustrados por no haber conseguido algo que los acercara aunque sea un poco a Anubis ó Seth.

El acertijo resonaba en la mente de la pelirroja y después de pensar por varios minutos llegó a la respuesta haciendo que brincara de la felicidad mientras reía con triunfo.

Jake la miraba confundido por su repentina actituda.

—¡Abanico!—gritó llamando la atención de las personas que pasaban junto a ellos —Te soy útil en verano, más no en invierno, me abrirás o cerraras dependiendo de tu necesidad, ¡el abanico echa aire para no pasar calor! Y se abre y se cierra, con el abanico de Bata llegaremos a él.

—¿Abanico?— preguntó Jake, detestaba no tener bastante conocimiento sobre el mundo egipcio, solo lo que ya conocía.

—¡El abanico de Bata!— volvió a gritar con emoción haciendo que Jake le tapara la boca pero enseguida la soltó dando un jadeo por la mordida que Star le había plantado en su mano —No vuelvas a callarme— advirtió señalándolo con su dedo índice.

—Solo no grites ¿El abanico de Bata?

Ambos siguieron caminando y ahora Star volvió a hablar ya más calmada.

—Bata era el hermano pequeño de Anubis, lo quería y protegía como un hijo hasta el día de su muerte y en su honor mandó a hacer un abanico de oro con piezas importantes de diferentes dioses— explicó —El abanico nos guiará a él.

—Aja ¿Y donde está ese dichoso abanico?

Star bufó en voz baja —Tu también has algo.

Jake rodó los ojos y pensó hasta que su cara de pocos amigos fue reemplazada por una sonrisa triunfante.

—Tengo un contacto que nos dirá donde esta.

El pelinegro tomó la mano de su pequeña pelirroja y avanzó hasta llegar al estacionamiento en donde había dejado su limusina.

—Siguiente parada, Madripoor— anunció.

Star se mordió el labio inferior ante esa oración, definitivamente no quería volver allí, no quería volver a verla.





























 ✔ 𝗘𝗟 𝗠𝗜𝗦𝗧𝗘𝗥𝗜𝗢 𝗗𝗘 𝗔𝗡𝗨𝗕𝗜𝗦 ━━━━ MoonknightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora