Culpables |Imagina Con Yoongi|

Final.

— ¿Estas listo?— Pregunto el pelinaranja adentrándose a la habitación del pelinegro

Yoongi se miraba en el espejo, vestia un lindo traje negro con detalles rojos, ceñido al cuerpo, camisa blanca y en el pequeño bolsillo del saco se encontraba un lindo y pequeño ramo de flores blancas, su cabello estaba bien peiando, y tenía un poco de maquillaje para tapar su piel algo demacrada y sus grandes ojeras.

Estaba por casarse por segunda vez en su vida y, contrario a la primera vez, ahora no se sentía feliz, ni emocionado o nervioso, tampoco se sentía triste o molesto, simplemente no sentía nada, era como estar muerto muerto vida. Soltó un suspiro y se giro hacia su amigo.

— Supongo que si. ¿Como me veo?

— Te ves bien, el único problema es tu rostro, parece que vas al funeral de tu madre y no a tu boda, cambia esa cara.

— No puedo, es la única que tengo.— Discute

— Hablo enserio, sé que no quieres esto pero estoy seguro que lo último que deseas es pelear con tu padre antes de la ceremonia.— Regaña y el pelinegro suspira para fingir una sonrisa

— ¿Que tal? ¿Te gusta esta sonrisa? ¿Me veo feliz? ¿Así como si no estuvieran amenazandome para casarme?

— Tampoco sonrías tanto, da miedo.

— Idiota. ¿Ya llego la prensa?

— Si, tu padre los ah estado recibiendo junto con el señor Shin.

— Bien, ¿Y Suran?

— No lo sé, debe estar arreglandose aún.

— ¿Te dijo algo Namjoon?

— Aún no, pero despreocupate, ya te encontraste con Jackson y te aseguro que saldría bien, en la semana le llegará el aviso de la corte ¿No?

— Eso fue lo que dijo Wang.

— Bien, Yoongi... ¿De verdad estas seguro de esto?

— Ya está todo hecho Hoseok, no voy hecharme para atrás, si voy a hacer esto, lo haré bien, hasta el final.

— De acuerdo, si esa es tu última decisión... Voy a apoyarte.

— Gracias.

— Andando, tu boda está por comenzar.

— ¿Vendrá Tae?

— No hemos hablado así que no lo sé pero... Supongo que no lo hará, verte casar de nuevo no le hará bien.

— Tienes razón.— Suspira

— Andando.— Dice golpeando suavemente su hombro y ambos caminan hacia la salida

Al abrir la puerta Hoseok se detuvo a abruptamente haciendo chocar al pelinegro contra su espalda.

— ¿Que te pasa idiota? ¿Porque te detienes?— Le reclama

— Hola.— Al escuchar aquel saludo provenir de aquella voz, asomo su rostro, confirmando que no era una mala jugada de su cabeza otra vez

Y no supo que hacer, ni que decir, tn estaba allí, frente a su departamento, vestia un lindo vestido lila ceñido a su figura de la cintura hacia arriba, de la parte de abajo era ampon, tenía su cabello perfectamente atado, sus zapatillas platas combinaban con su bolso.

Se veía hermosa, pero eso no le sorprendió, ella siempre se veía linda, tampoco le sorprendió que estuviera allí, lo que realmente le sorprendió es que no venía sola, a su lado, de la mano izquierda colgaba su hijo, quien vestía un traje gris, y su cabello estaba bien peiando.