CAPÍTULO 01.

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Blair

Reencuentro.

Cuando entro por la puerta, Dodger se lanza a mis brazos como si no me hubiera visto en un año. Es cierto que he estado fuera de casa durante una semana, pero definitivamente este perro es igual de dramático que mi padre. Y hablando del rey de Roma, aparece.

—Hola a tí también —saluda mi padre apoyado en el marco de la puerta.

—¡Papá! —grito —. No te pongas celoso —vacilo y me acerco para darle un abrazo.

Me acoge en sus enormes y musculosos brazos y me da un beso en la frente como forma de bienvenida.

—Te he echado de menos princesa.

—No montes el drama, solamente he estado fuera durante una semana —Le recuerdo.

Rueda los ojos. A pesar de que le vacilo con el tiempo que no he estado en casa sé que en el fondo me ha echado mucho de menos. Mi padre es una de las personas más cariñosas que he conocido en esta vida, y sobre todo si estoy yo de por medio. Se puede decir que soy su única debilidad.

—Enseguida vendrá Sum a casa —aviso.

Sum, o Summer Parker, es mi mejor amiga desde que apenas tengo conciencia. Nos conocimos en la escuela a los cinco años. Ella no me caía bien porque tenía el mismo juguete que yo. Entonces lo intenté romper pero la profesora me pilló. Y como castigo nos obligó a pasar toda una tarde entera en detención. ¡Con solamente cinco años!

—Está bien, ¿vais a necesitar algo? —pregunta. —Voy a ir ahora al súper.

—No, muchas gracias.

Mi padre sale de casa y momentos después, Sum llama al timbre. Me acerco a la puerta a abrir y en cuanto veo a mi mejor amiga la abrazo. Es cierto que nos hemos visto hace unos minutos pero es nuestra forma de saludar.

—Mi padre se acaba de ir, así que tenemos la casa sola por un rato.

—Joe —se lamenta. No es nada nuevo su tono de tristeza. El enamoramiento de Summer con mi padre es obvio. Aunque sinceramente, la entiendo. Mi padre es una de las celebridades más atractivas en todo Hollywood.

—Cada vez me planteo más seriamente si vienes a mi casa por mí o por mi padre

Ella ríe y asegura que viene por mí. Ambas subimos a mi habitación y nos sentamos en la cama. Tenemos muchas cosas que contarnos. Sum se pone cómoda. Mientras, yo saco todo el arsenal de comida que he ido guardando sin que mi padre se enterase.

—Ya puedes abrir la boca, perra —amenazo. Insultarnos es la manera de mostrarnos cariño.

—Creo que voy a dejarlo con Noah —finge pena. —Es que Dylan... Es demasiado mono conmigo.

Exacto, así es mi mejor amiga. Desde siempre le ha gustado coquetear con chicos, y ahora que estamos en plena adolescencia aún más. Noah es su novio desde hace más o menos tres meses. Personalmente no me cae muy bien, pero sé que le hace muy feliz. El problema viene con Dylan.

Dylan es el típico chico rubio de ojos azules que tiene a todas las chicas detrás. Hace un tiempo empezó a hablar con Summer y desde entonces ella no deja de pensar en él, por mucho que me lo niegue. La cosa es que si Noah me cae mal, Dylan me cae peor.

—Haz lo que quieras —le digo. —Pero teniendo los atributos y la personalidad que tienes, aspiraría a un chico más decente que esos dos. No merecen tu amor.

—Eso lo dices porque no los soportas —. Asiento. —Solamente piénsatelo, por favor —le suplico. Ella parece considerar la idea.

—Ahora es tu turno de hablar.

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