Ingobernable

CAPÍTULO 34

Blair

Miedo

—Scarlett está ingresada. Los médicos no saben si va a salir de esta.

Al escucharlo me mareo. ¿Qué le ha pasado? Rápidamente los tres nos subimos al coche y vamos hacia el hospital. No me quedan más uñas para morder. Hace unos minutos estaba a punto de ser tomada por Sebastian y ahora estoy de camino al hospital porque Scarlett, mi apoyo incondicional, la novia de mi padre y amiga de Seb está en estado crítico.

Nada más llegamos al hospital, mi padre se reúne con el médico. Este le da una serie de indicaciones que no tardamos en acatar. Los tres subimos a la planta de cuidados intensivos y nos sentamos en la sala de espera.

El ambiente es tenso, ninguno de los tres somos capaces de hablar. A pesar de que Scarlett es la persona que nos une, entre nosotros seguimos enfadados.

Miro a Seb un par de veces mientras él aprieta mi mano. Quizás es el que menos relación tiene con la rubia, pero si no fuera por ella, nuestra relación ya estaría muerta hace mucho tiempo.

El médico sale e inmediatamente mi padre se levanta para hablar con él. Nosotros dos esperamos unos pasos más atrás. Por las caras que ponen ambos, no debe de ir muy bien la cosa. Esperamos unos segundos más hasta que mi padre viene. Le pregunto qué le ha dicho el médico pero no responde inmediatamente.

—Dice... dice que no está bien... —agacha la cabeza y se seca un par de lágrimas —. Van a intentar hacer todo lo posible para salvarla, pero no hay mucha esperanza —. Finalmente rompe a llorar como nunca antes lo había visto. Me acerco a abrazarlo y parece dejar todas nuestras diferencias de lado. Sebastian hace lo propio y nos abraza también.

—Saldrá de esta, es muy fuerte —susurra Seb casi con miedo. Ninguno de los dos respondemos.

—¿Se sabe qué le ha pasado? —pregunto. No lo he hecho antes porque no me parecía el momento adecuado.

—Ha tenido un accidente, aunque creemos que ha sido intencionado. Un hijo de puta ha empotrado su coche con el de ella y se ha dado a la fuga. Como algún día me entere de quién ha sido no me va a importar nada mi carrera. Lo pienso matar —habla la parte oscura de mi padre.

Me gustaría decir que mi padre no es capaz de hacerlo, pero lo es. La faceta que muestra al mundo, no tiene nada que ver con la verdadera. No digo que no sea un amor, que lo es, pero en el momento que la ira se apodera de su cabeza, puede ser el más malo de todo. Es más, lo es.

Los tres nos sentamos de nuevo en la sala de espera. Las próximas horas son claves. Scar está dentro del quirófano debatiéndose entre la vida y la muerte. Aunque todavía no he llorado, ganas no me faltan. Estoy intentando no romper a llorar para no ser una carga más, pero conforme van pasando los minutos, me veo más incapaz de aguantar.

Me excuso de ambos hombres y voy hacia los baños del hospital. En cuanto me doy la vuelta encaminando el servicio, rompo a llorar como nunca. Estoy segura de que tanto mi padre como Sebastian me han escuchado. Me encierro en uno de los baños y apoyo mi cabeza en la pared,

La mera idea de que no pueda volver a estar con Scarlett en mi vida me duele, me quema. No estoy preparada para lidiar con todos mis problemas sola. Además, sé que su marcha supondrá un antes y un después en mi padre, lo que no va a acabar bien.

Retomo mis llantos y hasta pasados unos minutos no vuelvo con mi padre y Sebastian. Al salir, veo que no están. Busco por los alrededores sin éxito. Me siento de nuevo a esperas de que un médico salga.

—¿Blair Evans?

—Sí, soy yo, ¿qué pasa?

—Uno de los hombres que iba con usted ha tenido que ser hospitalizado. El otro le ha acompañado —. Entro en pánico al escuchar las palabras del doctor —. ¿Quién ha sido ingresado?