Sebastian
Vuelta a los orígenes
Un par de días más tarde, todo parece estar mejor. Los médicos nos han afirmado que de momento Scarlett no tiene ninguna secuela pero que todavía cabe la posibilidad de que le aparezcan. Chris también está mejor. Ya hemos tenido la conversación que nos faltaba por tener y todo ha salido bien.
Me dijo que por mucho que no le gustaba como novio, su hija me quería, y que iba a respetar la opinión de su hija si eso es lo que le hacía feliz.
Aunque por el momento Blair se ha quedado a vivir en mi casa, lo más probable es que vuelva a la suya. Ahora que todo está bien, no tiene necesidad de andar cambiándose de casa todo el rato, aunque si lo desea, será bienvenida.
Suavemente le muevo la cabeza para que se despierte. Después de estos días tan intensos, necesitaba dormir bastante. Ella remolonea por la cama y gruñe para que la deje en paz.
—Vamos Blair, sabías que teníamos que madrugar.
—Cinco minutitos más... —susurra medio dormida.
Suspiro desesperado. Por mucho que me gustaría dejarla dormir durante la próxima semana entera, se tiene que levantar. Uno de los días que fuimos a ver a Scarlett, nos obligó a que fuéramos los tres de acampada para terminar de sellar nuestra paz. Después de eso, nos pidió a Chris y a mí unos minutos para hablar a solas con Blair.
Finalmente, la pequeña se levanta. Me da un beso en los labios y camina hasta el baño intentando parecer enfadada. Me río por su intento fallido y la sigo hasta la puerta del baño. Trata de echarme para cambiarse pero no me muevo ni lo más mínimo.
Al ver que no tiene ninguna opción, empieza a quitarse ropa. La miro de arriba a abajo al mismo tiempo que remojo mis labios con la lengua. Es la mujer más perfecta que he conocido en la vida.
Agarro con propiedad una de sus nalgas. Ella se queja pero no me quita la mano. Cambio de lado y vuelvo a apretar. La de cosas que le haría si no tuviéramos que irnos de acampada con su padre.
—Tendrás hecha la maleta, ¿verdad? —pregunto sabiendo que a pesar de que queda una hora para irnos su respuesta podría ser no.
—Sí, solo que tengo una duda. No sé si llevarme el bikini rojo, ¿qué piensas?
Con solo nombrarlo me pongo duro. Los recuerdos que me trae ese bikini son muy buenos. De hecho, vamos de acampada al mismo sitio que aquella vez. Lo único malo es que no voy a ser capaz de aguantarme al verla con eso puesto y su padre va a estar a nuestro lado todo el rato ya que no está Scarlett para entretenerlo.
—Me quieres matar, ¿no? —Ella sonríe juguetonamente. Muerdo mi labio y me acerco hacia ella.
—Recuerda que por mucho que esté tu padre delante no me pienso parar —le susurro en el oído bajando una octava mi tono de voz.
Ella se excita, pues su piel se pone de gallina. Le miro seductoramente y me voy de ahí sabiendo que he ganado la pelea, aunque no la batalla.
Aproximadamente veinte minutos después, su padre nos recoge. Blair se tumba en los tres asientos de atrás y yo ocupo el del copiloto para darle instrucciones a mi amigo sobre cómo llegar.
—Bueno, nada de tocamientos ni de relaciones en estos tres días. Cada uno tiene su tienda y no quiero veros en la misma, ¿entendido? —pregunta como si fuera un policía. Los dos asentimos con una sonrisa.
Por el camino hablo con Chris sobre mis nuevos proyectos. Tengo alguno que otro que me hace mucha ilusión, sobre todo uno que probablemente grabe con Anthony. Él también tiene planeados algunos muy buenos.
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Ingobernable
FanfictionBlair Evans es la única hija de Chris Evans. Blair tiene 17 años y una idea muy clara en la cabeza. Desde hace unos meses, Blair no ha podido sacarse de la cabeza al mejor amigo de su padre, Sebastian Stan. Ella sabe que es prácticamente imposible...