Sebastian
Porque una persona que ha tocado fondo, no ve la salida
Nada más entro, pido una ronda de copas para todo el grupo con el que he estado toda la noche. Ellos brindan por mi. La decisión está tomada, esta noche quiero que desaparezca de mi memoria. Mañana quiero despertar y tener la mayor resaca de mi vida. Ya no me importa nada. Si aparezco en una cuneta con un tiro en la cabeza por haberme metido en algún lío, habrá merecido la pena.
—¿A qué se debe esta invitación? —pregunta el mismo hombre del que me he separado antes.
—A que la vida son dos días —contesto —. ¡Sube la música jefa!
La chica que está de encargada de ella mira a la persona que tengo al lado para obtener una respuesta. Este asiente. Ahora entiendo por qué es tan importante en este lugar, es el dueño.
—Ashly, trae las dos mejores chicas para este caballero, se las merece.
Lo miro y niego. Por mucho que haya perdido el control de mi vida, sigo respetando a Blair. Quiero olvidarme de todo por hoy, pero quiero solucionarlo cuanto antes. Y yéndome con la primera mujer que se me ponga delante no ayudo en nada.
—No hace falta, con alcohol basta.
La chica vuelve a mirar a su jefe y este le pide que traiga un par de botellas del mejor vodka del bar. Las abro rápidamente y sigo bebiendo. Debo de estar ya a punto del coma etílico.
Hemos dejado de jugar ya que el casino está a punto de cerrar. Los crupieres han abandonado sus puestos y las strippers están terminando con sus últimos clientes. Me voy a despedir del jefe pero este me dice que me puedo quedar con ellos hasta que amanezca.
—El casino cierra, pero la fiesta sigue.
Sonrío y brindo por él. Conforme el líquido va bajando por mi garganta, siento que me mareo. Debo haber encontrado el límite de mi aguante. Me siento en el primer lugar que pillo y me llevo las manos al pecho. Puedo respirar con normalidad, pero tengo la sensación de agobio.
—Seguid sin mí, enseguida volveré —informo sin que apenas me entiendan. Me miran con mala cara pero obedecen.
Llego al baño y me arrodillo ante la taza, parece que será mi nueva amiga durante los próximos diez minutos al menos. La agarro con fuerza y la primera arcada sale de mi cuerpo. Siento que el vodka sube hasta la garganta amenazando con salir.
Meto dos de mis dedos y sale el líquido. Me siento mucho mejor, pero estoy extremadamente cansado y mareado. También me entra el sueño. Parece que me han drogado, pero es solo efecto de todo el alcohol que he bebido. Ni yo mismo pensaba que iba a durar tanto.
Me levanto como puedo. Todo mi alrededor da vueltas y tiembla. Lo que necesito ahora es un litro de agua para beber del tirón. Salgo casi arrastras del baño y me apoyo en la barra. La chica me mira con mala cara, es notable que no estoy en mis mejores momentos.
—Una botella de agua —. No se me entiende, aunque ella sabe perfectamente lo que he pedido.
Me la entrega y me cuesta apenas unos segundos terminarla. Espero estar desmayado cuando termine la fiesta. Porque no voy a ser capaz de aguantar la resaca.
—Deberías dejar de beber. Estos no te van a soltar, tienes mucho dinero y vas borracho, no te fíes, no son buena gente —advierte.
Hacerle caso sería un completo acierto, pero no va a ser el caso. He tenido que lidiar con muchas personas que se han intentado aprovechar de mí a lo largo de mi vida, estos tampoco van a conseguirlo.
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Ingobernable
FanfictionBlair Evans es la única hija de Chris Evans. Blair tiene 17 años y una idea muy clara en la cabeza. Desde hace unos meses, Blair no ha podido sacarse de la cabeza al mejor amigo de su padre, Sebastian Stan. Ella sabe que es prácticamente imposible...