CAPÍTULO 4

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Sultana mihrimah

¿Que?, no eso era imposible selim dijo que llegaría en unos días, dijo que en unos días, no hoy.

—¿el está aquí?—pregunta mi madre con incertidumbre.

—así es sultana, llego hoy—asegura la mujer. Yo solo me limito a mirar la situación y a quedarme callada.

—dile que me alegra que este aquí. Que venga después—dice mi madre con amabilidad. La criada asiente y sale de los aposentos.

Esta aquí después de un largo tiempo, ah regresado. Selim debió decirme que llegaría hoy y no después.

Volteo a ver a mi madre quien me mira fijamente seguramente esperando que mencione algo sobre lo que acaba de suceder.

—¿que pasa?—pregunto al ver que Mustafá tiene una sonrisa de burla y maldad en su rostro.

—¿te sorprendió la noticia?—pregunta esperando una respuesta y mi madre hace lo mismo.

—si, claro que me sorprende, después de todo su llegada fue una sorpresa después de tanto tiempo—digo y trato de decirlo sin interés.

—claro, pero a ti te alegra también ¿no?—dice Mustafá y se que esto es por lo que estuve apunto de decirle a mi madre.

—¿a que te refieres?—pregunto mirándolo y esperando una respuesta de su parte. Mi madre solo sonríe al ver la situación.

—que tienes un sentimiento y no solo es sorpresa como tu dices—dice Mustafá y yo lo miro de mala forma.

—si claro, igual que tu por Bahar—digo y su sonrisa de burla desaparece, y también me mira de forma desafiante.

—estoy aquí, no se olviden—dice mi madre al darse cuenta de lo que estamos diciendo. Y entonces es cuando me doy cuenta de lo que afirme.—hablaré contigo después—dice mi madre refiriéndose a mi.

(...)

—el volvió—afirmó.

—que piensa hacer al respecto sultana—pregunta Bahar a mi lado.

Me encontraba en mis aposentos, después de haber compartido parte del día con mi madre y Mustafá, finalmente estaba en mis aposentos.

—no lo sé.

—¿y ya hablo con el?—pregunta Bahar.

—ni siquiera lo eh visto, se que esta aquí por que fue a ver a mi madre, pero ella no lo dejó pasar—respondo a su pregunta.

—sultana recuerde que tiene que tomar una decisión en menos de una semana—me recuerda Bahar.

—lo olvidaba—digo cansada.—no tengo tiempo de pensar en bali bey ahora, tengo que ver con quien me casare.

—no diga eso sultana, bali bey no ha visto lo hermosa que usted es, tal vez al verla ahora esa opinión o forma de pensar cambie—dice Bahar y yo la miro para darle una respuesta.

—no lo creó, no puedo hacer nada y menos ahora—respondo.

Bahar solo me mira pero ya no menciona nada más y creo que es lo mejor.

Las puertas de mis aposentos se abren y llaman mi atención, Esmehan entra con una sonrisa hipócrita en su rostro.

Yo veo como llega hasta donde estoy y sonríe con sarcasmo.

—¿que quieres?—pregunto directamente al tenerla frente a mi.

—deberías ser más amable, nos vemos después de mucho tiempo.

—estoy mejor sin verte—digo y ella sigue sonriendo.

—por lo menos se amable conmigo frente a tu criada, ella puede pensar mal de ti—dice ella con burla.—Conocí a un hombre cuando venia para acá, el era muy apuesto y...

—no me interesa tu vida Esmehan, ni a quien conozcas—digo cortante, ella nunca ha sido de mi agrado.

—me entere que tienes que elegir con quien te casaras, mi madre me contó. También me dijo que aún no tienes a nadie. Dime mihrimah vales tan poco como para que nadie se quiera casar conti...

No dejo que termine y le doy una cachetada. Esmehan lleva la mano a su rostro y luego me mira.

—te equivocas, muchos hombres aquí quieren casarse conmigo, soy yo quien no quiere estar con ellos. Y déjame decirte que valgo mucho más que tu—yo afirmó viéndola desafiante.

—¡como te atreves a golpearme mihrimah, soy parte de la dinastía. Recuerda quien es mi madre y quien es la tuya!—grita con furia Esmehan.

—tienes razón, mi madre es mucho más que la sultana shahrazad—aseguró.—y también recuerda quien es mi padre.

—¡te vas ha arrepentir!—dice ella por último y luego se va de mis aposentos.

—sultana no debió hacerlo—dice Bahar a mi lado con asombro y sorpresa.

—no soporte más Bahar, Esmehan hace que mi paciencia se acabe demasiado rápido—digo y ella me mira con asombro.

—sultana ella puede decirle lo que paso a su padre—dice Bahar.

—no creo que Esmahan llegue a eso, pero si lo hace no tengo de que preocuparme, se que mi padre me creerá a mi.

Bahar no dice nada más y permanece en silencio.

Las puertas de mis aposentos se abren y una de las mujeres que están a mi disposición entra.

—sultana—dice ella haciendo reverencia.—la sultana hürrem me ha dicho que se prepare, habrá una celebración en el harem.

—¿que celebrarán?—pregunto con una voz fría.

—es por la llegada de la sultana Esmehan—afirma ella. Yo cierro los ojos y doy un respiro de fastidio. Vuelvo ha abrirlos y la veo nuevamente.

—dile a mi madre que estoy indispuesta, que no podré asistir—le ordeno a la mujer.

—la sultana hürrem se preocupará y vendrá, sultana—asegura Bahar.

Ella tiene razón, mi madre vendrá si le dicen eso.

—¿que más puedo hacer Bahar? no quiero ir a esa celebración—le digo a Bahar.—estoy segura que Esmehan hará algo que me moleste y no quiero perder la paciencia frente a mi madre.

—pero lo mejor es que vaya sultana. Mantenga la calma, no creo que la sultana Esmehan haga algo y menos frente a todo el harem—Dice Bahar intentando darme tranquilidad. Doy un respiro y vuelvo a ver a la mujer que le llevara la respuesta a mi madre.

—Dile a mi madre que iré al harem, que solo voy a arreglarme e iré para allá—le digo a la mujer.

Ella hace una reverencia y sale de mis aposentos.

Veo a Bahar a mi lado y ella asiente con tranquilidad y luego empieza ha arreglar mi cabello.

Arregla un poco el cabello y luego salimos de mis aposentos.

Yo camino con un tanto de lentitud, no quiero encontrarme nuevamente con Esmahan, así que hago el caminó un poco más largo.

Bahar me acompaña junto a otra de las mujeres a mi disposición.

Dejo de caminar cuando miro quien viene caminando frente a mi. Bali bey...

NUESTRO AMOR (Bali Bey Y Mihrimah)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora