Mihrimah sultán
Los recuerdos de aquel día me invadían una y otra vez. Ver el cuerpo de Mustafá frente a mi, se había vuelto una imagen repetitiva en mi mente, una y otra vez. Lo que más oprimía mi pecho era recordar todo lo que habíamos vivido juntos, cuando eramos niños, lo protector que el era conmigo, lo mucho que nos gustaba molestarnos el uno al otro, absolutamente todo.
Su muerte había sido una noticia impactante para todos, el palacio, el pueblo. Mi madre estaba realmente afectada, mi padre también. El mando a matar a los culpables de la muerte de Mustafá, eran dos hombres los cuales habían matado a Mustafá, dos agas que estaban junto a él y habían herido con gravedad a Bahar, la cuál gracias al corte que le hicieron en su vientre perdió a su bebé, pues una vez ella se despertó preguntó por su bebé y la doctora la reviso y dijo que había perdido al pequeño.
Había pasado más de un mes desde aquel suceso, devastador. Exactamente cuarenta días, tiempo en el cual no había hecho más que llorar por lo sucedido, eran momentos inexactos en los cuales los recuerdos me invadían y hacían que no pudiera contener mis lágrimas. Esto era tan difícil de sobrellevar, pero tenía que hacerlo.
Finalmente todo había cambiado en tan solo días. Mehmed ocupa ahora la provincia de manisa, siendo el heredero al trono. Mi madre le guardo luto a Mustafá durante treinta días, los cuales se dicta en la tradición. Mahidevran fue realmente torturada durante los treinta días de luto, para después recibir la pena de muerte. Bahar se recupero y ahora está en el palacio junto a mi, pues para ella fue un gran golpe todo lo sucedido. Mi padre fue afectado pero no podía dejar a un lado su obligación con el imperio. Mi madre también tenía que seguir dirigiendo los asuntos del harem, además de distraerse un poco en las obras de caridad.
Por mi parte, había estado ayudando a mi madre con las obras de caridad, intentaba distraerme en lo que pudiera.
Bali bey y yo habíamos estado un poco distanciados, nos veíamos muy poco ya que el tenia muchas responsabilidades y más cuando mi padre planea ir a campaña, la cual perdió con todo lo que pasó. Pero siento que todo esta bien, pues me siento muy bien siempre que estamos juntos y realmente había sido un gran apoyo para mi.
—sultana—la voz de Bahar hacer que mi atención se dirija hacia ella y salga de mis pensamientos.—¿se siente bien?
—si—respondo un poco desconcertada con su pregunta.
Nos encontrábamos en mis aposentos mientras mirábamos el viento que acogía con fuerza a Estambul. Había hecho demasiado frío los últimos días, además de que las lluvias dieran lugar en uno que otro momento.
—¿por qué lo preguntas?—preguntó con curiosidad.
—su rostro, su piel está realmente pálida —su respuesta hace que mi mirada caiga sobre mis manos.
Habían perdido el color natural en su totalidad, estaban realmente pálidas y no entendía el porqué. No me sentía mal en este momento, aunque los últimos no habían sido los mejores.
—debe ser el frío. Realmente agradezco sentirme bien el día de hoy.
—mihrimah, ¿has pensado en lo que te dije?
—si—respondo mientras tomo un poco de sharvad que esta servido frente a nosotras.
—¿y que decisión tomaste?
—no creo que sea una posibilidad. Es decir, solo he tenido mareos y algo de ganas de vómitar, además de dolor de cabeza. Pensar en eso es algo absurdo realmente—bebo un poco del líquido mientras miro a Bahar quien niega con la cabeza.
—no es tan absurdo cuando has estado con el íntimamente. ¿Cuantas veces?
—no te lo diré—respondo. Era un tema del que no me gustaba mencionar mucho, aunque con Bahar tenía mucha confianza y sabía absolutamente todo lo que pasaba conmigo y bali bey.
—¿la última vez?
La miro mientras dudo si en decirle o no. Tome el último poco que sobraba del líquido y deje el vaso a un lado. Tome un respiró y puse mis manos sobre mis piernas para ver a Bahar, quien me miraba con curiosidad y esperando a que esta vez, si respondiera a su pregunta.
—una semana—finalmente confesé y ella solo pudo sonreír y tomar en sus manos su vaso de sharvad.—pero, no, bueno no. Bahar sabes que eso no es una posibilidad para mi ahora, seria un desastre en este momento. Sabes que la única persona que sabe de mi relación con bali bey a parte de ti es mi madre.
—pero no podemos decir que sea imposible que lo estés, mihrimah. Después de todo sería del hombre que amas y seria una buena noticia para Bali bey.
—lo se. Pero no es el momento—finalizó y ella solo asiente sin muchos ánimos al escuchar que las puertas de mis aposentos se abren.
Tomo dirección hacia ellas y miro a Bali bey entrar por ellas.
Sonrió al verlo y me levantó al igual que Bahar. El me da una leve mirada antes de hacer una reverencia.
—sultanas—el se inclina ante nosotras.
Bahar había adquirido el titulo de sultana por orden de mi madre, pues le pareció lo justo después de haber sido la mujer que Mustafá amo y la cual perdió un miembro, que de una u otra forma, pertenecía a la dinastía. Ella era tratada con respeto y tenía todo lo que deseara. Pues para mí madre no sería una idea tan descabellada que ella seria muy buena esposa para cualquiera de mis hermanos, aunque para mi si lo es.
—Bali bey—Bahar dijo con amabilidad.—bueno Mihrimah te dejo. Quiero ir a ver a la sultana Hürrem.
Asiento para ella con una sonrisa.
Ella pasa por un lado de bali bey, para después salir de mis aposentos.
Finalmente bali bey se acerca a mi. Cuando el se para frente a mi toma mi cintura para cortar los pocos centímetros que nos separan y acercarme a su cuerpo. Un beso ansiado por los dos llega finalmente. Siento la calidez de sus labios sobre los míos. Era un beso suave y lento, el cual me transmitía la tranquilidad que siempre estaba buscando.
—me alegra verte—digo cuando el beso finalmente termina.—¿todo bien?
Mi pregunta llega cuando miro su rostro, el cual tiene una tristeza presente, que se puede percibir a simple vista. El me da un leve apretón en la cintura y me da un corto beso nuevamente.
—si—responde y se separa de mi para sentarse. Yo repito su acción y me siento a su lado.—pero pasa algo.
—¿es grave?—miro a Bali bey quien toma mi mano mientras le da un leve apretón y desvía su mirada. El silencio empieza a reinar y eso hace que las alertas lleguen a mi.—Bali bey.
Mi llamado párese sacarlo de los pensamientos en los cuales se encontraba. El levanta mi mano y la lleva hasta sus labios dándole un beso. Su acción me parece un bonito gesto, pero hace que una preocupación me atraviese.
—la sultana Shahrazad sabe de nuestra relación...
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NUESTRO AMOR (Bali Bey Y Mihrimah)
RandomBali bey siempre miro a la sultana mihrimah como una pequeña princesa, como la pequeña que vio crecer. Sin embargo el dejo de verla de este modo, la empezó a ver como la hermosa mujer en la que se ha convertido. Y de igual forma empezó a sentir más...