Mihrimah sultan
Durante toda la noche me la había pasado pensando en mi madre, en bali bey y en mis hermanos.
Tenía mucha sed, me sentía un poco débil, pero nada que no sea soportable.
El hombre claramente no me dijo nada, solo se limitaba a verme una y otra vez.
Mi mirada estaba fija en la pared que estaba a mi lado, hasta que el hombre que me cuida se puso frente a mi.
El se acercó y me miró otra vez directamente, su mirada era de seriedad completa, su rostro ni siquiera lo había podido ver.
Baje la mirada a su mano y vi que tenía la misma tela que hace unas horas tenía puesta en la boca, ya entiendo por qué se acerco.
—no lo haga, eso es demasiado incomodo—le digo en un tono de voz suave.
—es lo que tengo que hacer—dice he intenta ponérmela pero yo me resisto.
Muevo mi rostro para otro lado, pero el lo sostiene con fuera y con su mano cubre mi boca al ver que intento gritar.
El ejerce fuerza y yo dejo de resistirme, seria inútil de una u otra forma. El poner finalmente cubre mi boca con la tela y se aleja.
La nostalgia me invade al verme aquí, es tan frustrante no poder hacer nada, tener que estar aquí en contra de mi voluntad, mi madre debe estar muy mal con todo esto. ¿Quien puede ser? Aunque la sultana shahrazad pueda ser, no estoy totalmente segura de eso.
El hombre que me cuido desde que llegue aquí se va finalmente, cuando el sale un hombre entra de inmediato.
(...)
4 días después
Malkoçoğlu bali bey
Ahora me encontraba en la campaña con el sultan, el clima no era muy favorecedor, el frío era fuerte pero soportable, con suerte lla lluvia no se a hecho presente.
La campaña iba como se planeo, todo estaba dando resultado.
Hoy llegaban cartas dando información de cómo iban las cosas en el palacio, seguramente la sultana hürrem envió una.
El príncipe mehmed se encontraba ahora con nosotros, el principe mustafa también, ellos acompañaban a su padre en la campaña.
Durante el tiempo que hemos estado aquí no he dejado de pensar en mihrimah y en la relación que logramos obtener en tan poco tiempo, algo que me da una gran alegría.
Levantó la mirada saliendo de mis pensamientos y me encuentro con el hombre que trae las cartas mandadas del palacio, o de la provincia de manisa.
Cuando llega hace una reverencia para el sultan y le entrega una sola carta, que fue lo único que enviaron del palacio.
—su majestad esa carta fue enviada por la sultana hürrem de forma urgente—dice el hombre y el sultan solo mira al hombre como si le fuese a preguntar algo, pero al final volvió su mirada a la carta que tenía en su mano.
El abre y desenvuelve la carta y la lee sin decir una sola palabra, solo su mirada sigue cada palabra que está escrita.
En un corto momento el pone la carta a un lado, se levanta y su rostro es casi imposible de describir.
—Cancelamos la campaña, regresamos al palacio—dice el a uno de los hombres que estaba ahí para que informe a todos.
Lo miro extrañado ante tal orden, una campaña no se cancela de esa forma a menos que sea grave.
—¿su majestad pasa algo?—preguntó al ver que se altera y manda a llamar a los príncipes de mala manera.
—tenemos que regresar al palacio lo más rápido posible—dice el y los príncipes entran en ese momento.—mihrimah fue secuestrada.
Dice el y los príncipes se miran entre sí al instante, un silencio a mi alrededor se presenta y nadie dice nada. Mihrimah no puede estar secuestrada, eso es imposible. Ella estaba protegida y habían guardias en el palacio, como pudo ser secuestrada.
—su majestad que es lo que esta diciendo, mihrimah no pudo haber sido secuestrada—dice el príncipe mehmed con un poco de alteración.
—padre se supone que ella y mi madre estaban muy bien cuidadas—dice el príncipe mustafa y me sorprende ver el como se refiere a la sultana hürrem como su madre.
—tenemos que ir al palacio ahora mismo —dice el sultan.
(...)
El camino hasta el palacio se hizo muy largo, más largo de lo normal. Pero después de cuatro días viajando hemos llegado finalmente al palacio. Imaginar que mihrimah lleva secuestrada más de ocho días. ¿Quien pudo hacer esto, quien se atrevió a tanto?
Cuando estamos dentro del palacio, el sultan y los príncipes caminan rápidamente y se dirijen a los aposentos de la sultana hürrem.
Decido ir con ellos, quiero saber todo lo que sucedió. No e podido estar tranquilo, mihrimah es la mujer más importante para mi y el solo hecho de imaginar que ella está mal y en peligro simplemente me pone mal, saber que pueden hacerle algo y yo no puedo hacer nada me frustra.
Cuando llegamos a los aposentos todos entran con rapidez.
Cuando la sultana ve a su majestad lo abraza en un movimiento rápido y ella solo llora desconsolada mientras el la abraza.
La sultana Esmehan y la sultana hatice se encontraba en los aposentos, la sultana hatice cargaba a su pequeño hijo en brazos mientras que la sultana Esmehan corría a abrazar al príncipe mehmed.
—nuestra hija debe estar muy mal—dice la sultana hürrem entre llanto y el sultan intenta camarla pero eso es casi imposible, ella está muy nerviosa.
—¿quien pudo atreverse a esto?—dice la sultana hatice, aunque ella sonríe al bebé, su rostro se refleja la preocupación.
El príncipe mustafa también intenta tener fortaleza y darle un poco de consuelo a la sultana hürrem, pero es claro que el también está preocupado, igual que todos.
—todo estará bien, quien esté detrás de todo esto pagará muy caro, mihrimah regresará a con nosotros con bien. Nuestra hija estará bien—dice el sultan aún abrazando a la sultana.
Las puertas de los aposentos se abren y todos dirijen su atención a la misma. Un hombre entra a los aposentos y hace una reverencia.
—su majestad tenemos noticias...
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NUESTRO AMOR (Bali Bey Y Mihrimah)
RandomBali bey siempre miro a la sultana mihrimah como una pequeña princesa, como la pequeña que vio crecer. Sin embargo el dejo de verla de este modo, la empezó a ver como la hermosa mujer en la que se ha convertido. Y de igual forma empezó a sentir más...