MIHRIMAH SULTAN
el viene hacia mi y al estar cerca hace una reverencia.
—sultana—dice el y levanta su mirada nuevamente.
El conecta su mirada con la mía y es tan igual a como lo recuerdo. Sigue siendo el hombre fuerte y de una mirada encantadora.
—bali bey, me alegra verte de nuevo—le digo cuando tomo la conciencia nuevamente.
—también me alegra verla sultana, usted ha cambiado mucho desde la última vez que la vi—dice el y yo le regaló un leve sonrisa.
—¿crees que cambie demasiado?—pregunto.
—eso es notable—responde el a mi pregunta.
—¿ahora me vez de manera diferente?—le preguntó con curiosidad.
—la veo de la misma manera sultana, solo que la diferencia es que usted creció—dice el y mi rostro cambia haciendo notar que esa no era la respuesta que esperaba.
—esperó que sepas entender tus palabras bali bey ya que como tu lo has dicho, eh crecido y ya no soy una niña—le digo por último y le paso por un lado para dirigirme al harem.
Que más respuesta me podía dar, el me sigue viendo como una niña y eso es seguro.
Bahar está a mi lado pero no dice nada y es lo mejor.
Al llegar al harem las mujeres hacen reverencia al verme. Me dirijo hasta donde está mi madre y me encuentro con Esmehan ahí, ella me mira con odio y una sonrisa demasiado fingida.
—madre—digo y hago una reverencia para mi madre.
—mihrimah, que bueno que estés aquí—dice mi madre con una sonrisa alegra.
Yo sonrió para mí madre y luego me siento, Bahar se siente a mi lado y quedo frente a Esmehan.
—estaba hablando con la sultana sobre tu decisión del con quien te casaras—dice Esmahan y yo la miro con seriedad.
Mi madre no dice nada y solo me ve esperando que diré.
Se que lo que quiere Esmehan es hacerme enojar así que me calmó.
—que bueno que hayan hablado de eso, así irás pensando con quien te casaras tú, ya tienes edad para casarte también—digo y Esmehan cambia de expresión, su sonrisa se borra y su rostro pasa de uno feliz a uno llenó de seriedad y rabia.
—tienes razón, mi madre ha decidido casarme, pero será ella quien elegirá con quien voy a casarme—dice Esmehan aún con seriedad.
—bueno al menos yo si podré elegir con quien casarme, que lástima por ti Esmehan—digo y ella me mira aún con rabia. Yo solo sonrió y tomó una de las frutas que hay.
Ella no dice nada y yo dejo de mirarla para ver a las mujeres que bailan frente a nosotras.
Las celebración pasa y es un tanto aburrida y más con Esmehan.
Ella habla con mi madre de cosas a las cuales no presto atención.
Ya estaba cansada de estar ahí, solo quería irme a mis aposentos y descansar.
(...)
La celebración por fin había terminado y ahora me dirigía a mis aposentos.
Caminaba con rapidez, solo quiero llegar a mis aposentos y poder descansar.
Llego a mis aposentos y me sorprendo al ver a rustem en la puerta.
—sultana—dice el haciendo una reverencia.
—¿que quieres rustem?—preguntó directamente.
—quiero hablar con usted sultana. Quería decirle que su padre me llamó esta tarde y me preguntó sobre usted. Usted ya debe saber lo que hablamos—responde rustem y yo lo miro con sorpresa.
—¿de que hablaron?—pregunto y noto un poco de sorpresa en su rostro al darse cuenta de que no se nada.
—bueno yo le dijo al sultán que la quiero sinceramente sultana y que me gustaría casa...—no dejo que termine y habló.
—¡sabes que no me interesas rustem, no debiste decirle eso a mi padre!—le digo enojada y el me toma por el brazo.
—sabe que la amo sultana y siempre lo ha sabido—asegura el y yo intento soltar mi brazo de su mano pero el me agarra más fuerte.
—y sabes que no me importa, no te amo y no llegaré ha amar. Sueltame—le digo por que me empieza a doler la parte de mi brazo que el tiene sujetada.
—sultana yo la amo y se que su padre no se opondrá a que nos casemos.
—ya te dije que no. Deberías entender que no te amo. O quizás lo único que buscas en mi es el poder que te da el casarte conmigo.
—Mihrimah me estoy cansando de que no me aceptes, tarde o temprano tu serás mía—asegura el en un tono fuerte.
—no asegures cosas antes de tiempo y no me hables de ese modo, recuerda quien soy—digo, me suelto de su mano y entro a mis aposentos.
—sultana—dice Bahar acercándose a mi, ella nos había dejado hablar a solas.—¿esta bien, escuché que discutían?—pregunta ella y yo miro que ella cambió su vestido y su cabello está arreglado.
—estoy bien. ¿A dónde vas Bahar?—preguntó y ella mira para otro lugar un poco nerviosa.—Bahar—digo su nombre en tono para que me responda mi pregunta.
—solo me probaba el vestido sultana—dice ella un poco nerviosa. Se que miente pero decido no preguntar más.
—bien—digo rendida.—ya puedes irte a descansar.
Ella asiente y sé va. Doy un respiro de frustración y rabia a la vez, que pasará si mi padre considera el casarme con Rustem, no lo amo y eso es evidente...
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NUESTRO AMOR (Bali Bey Y Mihrimah)
RandomBali bey siempre miro a la sultana mihrimah como una pequeña princesa, como la pequeña que vio crecer. Sin embargo el dejo de verla de este modo, la empezó a ver como la hermosa mujer en la que se ha convertido. Y de igual forma empezó a sentir más...