Malkoçoğlu bali bey
La miraba tan indefensa y tan débil al mismo tiempo, su piel estaba completamente pálida y el frío acompañaba a la misma.
Cuando la recosté en la cama de sus aposentos sus manos habían retomado un poco de calor gracias a la manta que había tenido durante todo el viaje.
Pero ahora no podía verla, ella estaba en compañía de sus padres y hermanos.
La sultana hürrem se alegro demasiado al ver a mihrimah, igual que la sultana Hatice y sorpreaivamente Esmehan también. Habían mandado a repartir oro por el regreso de la sultana.
Daba vueltas de un lado para otro esperando tener noticias sobre ella, solo deseaba escuchar que se despertó y que se encuentra bien, es lo único que quiero escuchar en estos momentos.
La noche había llegado a Estambul y con ella el clima de la primavera.
No sabia ni siquiera lo que había dicho la doctora, solo se que estuvo revisando a mihrimah durante cierta cantidad de tiempo, solo eso.
Quisiera poder estar a su lado, ver el momento en el que se levante y sentir su mirada conectándose con la mía.
Sospechaba de una persona, no tenía duda de que Rustem hubiera hecho todo esto. Sin embargo toda esa sospecha se fue cuando vi el lugar donde tenían a mihrimah, y mucho más al ver a los hombres que la cuidaban. Para poder pagarle a ese tipo de hombres tienes que tener mucho dinero, y para tener mucho dinero hay que tener poder, por ende Rustem no tendría tal capacidad.
El sonido de las puertas abriéndose a mis espaldas hace que vuelva a la realidad.
La gran imponente sultana Hürrem entra por ellas, por lo cual de inmediato hago reverencia.
—sultana—le digo mientras hago la reverencia.
—debes estar impaciente por saber que sucede con mi hija—dice ella directamente. Su rostro presenta cansancio pues seguramente no durmió muy bien desde que mihrimah desapareció, sin embargo en el se refleja la tranquilidad y felicidad.—se que la amas y me alegra saberlo.
—así es sultana, estoy enamorado de mihrimah y no hay nada más importante para mi que ella. Lo que más me preocupa es su salud, ¿como se encuentra?
—bien. La doctora dijo que estaba un poco delicada en estos momentos, pero que si embargo se recuperara dentro de muy poco si se le dan los cuidados adecuados. Ella estará bien, cuando se despierte mandare a que te informen para que la puedas ver—dice la sultana y me regala una sonrisa.
—se lo agradezco sultana.
—lo hago por ti y por mi hija, se que se necesitan mutuamente.
Mihrimah sultan
La luz tenue del sol impacta sobre la piel de mi rostro.
Abro los ojos lentamente y siento el dolor en mi cuerpo, las muñecas de mis manos duelen también.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta...estoy en el palacio. En ese momento los recuerdos vienen a mi mente.
RECUERDO—dígame que pudo hablar con ellos, por favor—le dije con debilidad cuando vi al hombre entrar, su rostro estaba completamente descubierto y venía con los nervios encima.
—ellos están aquí, su padre el sultan, tengo que protegerla hasta que ellos vengan aquí por usted—dice y siento mi vista nublarse sin tener la suficiente fuerza para responderle.
Pero estaban aquí, finalmente estaba cerca de que me encontrarán, por fin terminaría el infierno en el cual me encontraba.
Mi cuerpo temblaba gracias al frío al que había estado expuesta durante tantos días.
Sentí como el hombre se acercó y libero mis manos.
—Traidor—pronuncia la voz de un hombre, la debilidad que tenía ni siquiera me permitió voltear a mirar.
Miro como el hombre que estaba junto a mi saca una daga.
Son segundos, en los cuales escucho la lucha de los dos, en donde se que uno de los dos morirá.
No pasa mucho hasta que un cuerpo cae a mi lado.
—todo estará bien—dice el hombre y me doy cuenta quien fue el ganador.
Los pasos de alguien invaden la habitación nuevamente, mi mirada ya casi se cierra y mi cuerpo está apunto de desvanecerse.
Siento como unas manos me toman por la cintura y no puedo reaccionar de ninguna manera, mi cuerpo se apoya sobre el pecho de alguien.
—mihrimah—escucho su voz finalmente después de mucho tiempo. Siento como la protección de estar a su lado me invade.
—bali bey—digo en un murmuró antes de que mi cuerpo se desvanezca por completo...
Estoy finalmente en el palacio, siento la libertad de mis manos, mi cuerpo se siente débil aún pero tengo un poco de fortaleza en el.
Pensé que volver aquí sería imposible, después del torturante momento por el que pasé, por la debilidad en la fui sometida y no probar ni siquiera un gota de agua en días.
Miro en dirección en donde es encuentra mi madre, ella duerme en el sofá de la habitación, al parecer pasó la noche aquí. Ver a mi madre de nuevo me da felicidad.
Me incorporo en la cama con un poco de dificultad, pues aún no tengo la fuerza suficiente y me siento débil.
Las puertas de la habitación se abren y eso hace que mi madre al parecer se levante.
Mi padre entra a la habitación y su rostro se ilumina al verme despierta.
—mi sol y mi luna—dice mi padre y se acerca para darme un abrazo...
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NUESTRO AMOR (Bali Bey Y Mihrimah)
RandomBali bey siempre miro a la sultana mihrimah como una pequeña princesa, como la pequeña que vio crecer. Sin embargo el dejo de verla de este modo, la empezó a ver como la hermosa mujer en la que se ha convertido. Y de igual forma empezó a sentir más...