Cuando desperté Mitsuko ya estaba acostada, suspiré y me levanté. No iba a lograr seguir durmiendo. Cuando llegué a la cocina me encontré con mi madrasta, sonrió, y eso fue extraño.
—Buenos días —dijo.
—Ah, hola—. Me preparé el desayuno y planee uno para mi visitante.
—Tengo interesantes noticias.
—¿Sí, qué pasa?
—Hablé con tu padre—. La miré, hacía ya un mes que no lo veía, él trabajaba fuera de la ciudad—. Está de vacaciones y quiere que vayamos a verlo, a quedarnos con él—. Arrugue mi frente.
Irme de la cuidad, despejar mi mente, no era mala idea, al recordar al hombre en la casita mis ánimos desfallecieron, no podía dejarlo sin más.
—Bueno vayan ustedes, yo tengo que trabajar—. Ella me miró detenidamente.
—Yo tampoco iré —dijo Mitsuko apareciendo detrás de mí.
—Pero, su padre quiere verlas—. Me congelé ante sus palabras.
"Si fuera así no trabajaría siempre fuera", pensé.
—Pues a mí no me interesa —dijo Mitsuko, caminó al refrigerador y sacó una manzana—, así que no cuenten conmigo—. Sin más dejó la cocina, miré a Beatriz.
—Es buena idea que vayan ustedes—. Ella me miró—. Estrella lo echa de menos.
—Bueno, queremos verlo, pero...
—No te preocupes por nada —me levanté—, sabemos cuidarnos solas y no causaremos revuelo—. No lo haríamos, yo no tenía amigos como para causarlos y Mitsuko jamás los traería aquí.
—Lo llamaré—. Asentí y me fui a mi habitación.
Mitsuko estaba sentada delante de su computadora, la ignoré y ordené mis cosas.
—¿Cómo estuvo tu noche? —preguntó.
—Bien —dije.
—La mía fue bastante interesante...—y así comenzó a relatar todo lo que había hecho el día anterior, solo antes de que continuara dejé la habitación, no estaba muy interesaba.
No tenía mucho que hacer, Beatriz llamó a mi padre para informarle la noticia, aunque le molesto aceptó y se decidió que ella y Estrella partirían temprano al día siguiente, estarían tres semanas fuera.
Solo antes de ir a trabajar pude ir a ver al hombre, lo atendí rápidamente y me disculpe por eso. En mi trabajo las cosas estuvieron como siempre, nada fuera de lo normal.
A la mañana siguiente ambas mujeres se fueron, suspiré cuando partieron en el taxi.
—Que divertido —dijo Mitsuko sin humor desde la sala—, tres semanas libres—. Bufe, para ella que estén o no aquí no cambia nada, lo único bueno de todo esto era que podía ver al hombre sin preocuparme, y así fue.
Los días se convirtieron en una semana, él estaba mejor, no despertó, pero su herida había cerrado como otras, su piel lucia bien, extrañamente lucia más que bien, algo me decía que debía de estar por despertar y eso me emocionaba. ¿Qué diría al verme?, al saber lo que hice, al saber que estaba bien.
Un día mientras lo observa sonreí, solo que al oír pasos que se acercaban a la casita me congelé, "no puede ser", pensé. Corrí hacia la puerta y justo divise a Mitsuko acercarse, salí y cerré por fuera.
—Te estaba buscando —dijo, caminé hasta ella.
—¿Qué pasa?
—Te llamaron de tu trabajo, te necesitan con urgencia—. Asentí.
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Los Cazadores 1: Gemelas
ÜbernatürlichesYamiko tiene una hermana gemela, con la que ha compartido con ganas y sin ellas casi todo en su vida, tiene un padre que ve a veces y una hermana pequeña que adora, tiene una mejor amiga y un mejor amigo, una gran inteligencia y un especial carácter...