Capitulo 8: Ya perdí la paciencia.

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Los días pasaron con normalidad, el hombre que atropelle no asistió a comer y eso me tranquilizo de cierta manera. Ya cuando faltaban seis días para el regreso de mi madrastra a la casa se desató el infierno para mí, por una simple carta.

—Ábrela —le dije a Eduardo, había llegado mi respuesta de la universidad, además él partía ese día. Edu me miró y abrió el sobre, lo leyó lentamente hasta que arrugó su frente y me miró.

—Lo siento —dijo con  una seriedad que no espere, me congelé, ¿era una broma?—. Yamiko, no te aceptaron.

—¿Qué? —jadee y tomé la carta, me puse de pie mientras la leía. Era verdad, me habían rechazado—. ¿Por qué?

—Calma —dijo suavemente—, debe ser un error, eres una de las mejores de la escuela—. Lo miré.

—Pero...—. No sabía que decir, había postulado por un cupo para estudiar medicina y me habían rechazado y según la carta, esto se debía a mis calificaciones, y aunque decían que estaban asombrados por algunas, no podían aceptarme por las demás—. No entiendo —murmuré.

—¿Por qué no llamas y consultas?, pueden que te digan cuáles son esas calificaciones.

—Pero si solo fallé en literatura, ¿por qué hablan de varias? — solo que lo supe en seguida—. Mitsuko —casi escupí, me miró enseguida.

—¿Qué dices?

—Ella mando las solicitudes— como confié en ella, como me hizo esto.

—¿Qué piensas?, ¿que ella cambio las notas?, ¿a propósito?—. Asentí—. No lo creo —dijo—, Yamiko es tu hermana, quizás fue un error, probablemente se equivocó—. Me reí sin humor.

—No sabes de lo que es capaz Yamiko—. Él me tomó de mis brazos.

—Solo llama y asegúrate de esto—. Lo miré y asentí, solo que sabía que era la verdad, ya estaba segura de eso.

Él fue a su casa por el teléfono y me senté sobre el césped. No podía creer que ella hubiera hecho algo así, pero sabía que lo había hecho.

—Toma —dijo Eduardo

Llamé a la universidad y pedí información sobre un rechazo, me pasaron a otra línea.

—Buena tardes —dijo la voz de una mujer que sonaba aburrida.

—Buenas tardes, quisiera consultar sobre un rechazo.

—Indíqueme su nombre—. Se lo di—. Espere un segundo—. Aquí esta, fue rechazada por bajas calificaciones.

—Me las podría dar, los promedios.

—Claro—. Uno a uno me dicto las notas, cerré los ojos molesta.

—No puede ser una equivocación, que confundieran sobres o algo.

—No, claro que no —dijo la mujer irritada—, por eso se pide que cada sobre y formulario sea llenado con cuidado, son los propios postulantes los que mandan sus datos y números de registro de notas para que la universidad las vea.

—Entonces si ha habido un error es por culpa del postulante, no de la universidad.

—Exacto —confirmó ella.

—Podría consultar por otra persona.

—Lo lamento para eso necesitas autorización.

—Está bien, gracias—. Colgué y lo miré—. Las notas que tienen no son la mías si no las de ella, al parecer el número de registro de la base de datos está mal, yo tengo el de ella y probablemente ella el mío.

Los Cazadores 1: GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora