19

31 3 35
                                    

ARABELLA:

Cerre mis ojos con fuerza. Mi cuerpo entero era un caos. Mi respiración se atoro en mis pulmones y sentí un escalofrio recorrerme la espina dorsal.

Me bajo a los pocos metros. Y apoye mi espalda en la pared. Cuando abri los ojos me encontre con una mirada conocida. Su mano seguía en mi boca pero ya no sentia miedo. Sino curiosidad.

-Sigueme... - sus manos me tomaron por la cintura y acerco su boca a la mía.

Poco a poco se fue apoderando de mis labios y todo dentro de mi se alboroto.
Mis manos se aferraron a su cuello y aprete fuerte de su camisa. El miedo fue reemplazado por la pasión
Apoyo su frente a la mía.

-Te dije que me dejaras acompañarte... - murmuro aun con los los ojos cerrados y me abrazo con fuerza.

-Kook, estoy bien. - le asegure.

La preocupación en su voz y sus ojos me dan un poco de culpa. Porque no quiero que se sienta de esa forma.

-Ese tipo es peligroso Ara, juro que lo matare si te pone un dedo encima.

Sus palabras sonaron convincentes. Me aferre a su abrazo. Si bien estuve cerca del peligro lo que no entendía era que demonios hacía Mara con Minho. Me esta traicionando, una de mis amigas.

-No lo dudo cielo - acaricie su cabello y cerro sus ojos al sentir mi caricia. -Solo... No entiendo...

Se alejo un poco y me miro a los ojos. La luz de la luna iluminaba nuestros rostros.

-¿Que no entiendes? 

Estaba realmente decepcionada de Mara. Jamás me imagine que ella fuese esa clase de persona.

-Es mi amiga. Ella fue la que le dio a Minho... -mi labio inferior temblo.

-Lo sé. Debemos averiguar que es lo que ocurre.

Alzo con su dedo mi menton y deposita otro beso en mis labios. Su boca tiene un sabor dulce y me invita a dejar esta maldita fiesta a un lado e irnos a cualquier otro sitio. Esta opción me gusta más que seguir soportando esta gente. Sus manos se aferran al borde de mi vestido.

-¿Nos vamos a otro sitio?—dice, inclinándose hacia mi.

-Suena tentador -le digo.- Pero no podemos...

Me agarra por la cintura, me acerca y me besa.

-Kook -jadeo mientras agarra mi lobulo izquierdo entre sus dientes, enviando descargas a través de mi sistema nervioso hasta mi entrepierna-. Ay, Dios mío, no podemos hacerlo aquí.

-Por eso vamos a otro lugar.

Su lengua, caliente y húmeda, gira alrededor de la piel de mi cuello, provocándome, y sus dedos se clavan en mi piel. Escucho risas a lo lejos y trato de volver la cabeza, pero me obliga a arquearme hacia atrás mientras continua besando y mordiendo la piel de mi cuello con los dientes. Gimo, cierro los ojos y dejo caer la cabeza hacia atrás.

-Kook alguien puede vernos.

Senti unos gritos a lo lejos y me alarme.

-Es la voz de mi padre... -suelta una maldición.

-Sal tu primero y luego voy yo. - me guio con cuidado. -Nos vemos adentro.

Asenti. Comence a caminar a la fiesta nuevamente. Mi padre estaba de espaldas a mi. No vio de donde sali. Pero cuando se giro se llevo una grata sorpresa.

Me miro un poco nervioso. Siento que todo el mundo me esta ocultando algo. Y ese algo es bien gordo.

-¿Estas bien? - me pregunta

Él es un chico malo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora