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Arabella:

Mientras nos encaminamos al piso. Se me ocurre la brillante idea de hacerle el pastel favorito a mí hermana. Así que debo comprar algunos ingredientes.

-¿Podemos pasar por el supermercado? - le digo antes de que tome el camino a casa.

JungKook me mira divertido. -¿Que quieres comprar?

-Ya que hoy tenemos una cena con la familia se me ocurrió hacer el pastel favorito de Mys.

Mi novio no da créditos a lo que digo. Ya que no suelo cocinar muy a menudo. Entrecierra un poco sus ojos y suelta una risa.

-¿Estás segura? - ahora soy yo quien lo mira entrecerrando sus ojos. Y es su turno de reír. -Solo digo.

-Calla. Me gusta cocinar cosas dulces.

Me cruzo de brazos y miro por la ventanilla del auto. La ciudad está tranquila. Esta zona tiene un aire tranquilo y eso me gusta. Puedo acostumbrarme rápido a vivir por aquí.

-¿No es mejor comprar algo ya cocido? - se ríe. - No quiero que terminemos intoxicados.

-Jungkook... -Me giro ofendida. Y el se parte de la risa. No puedo molestarme con él. Así que me terminó riendo. -Deja no quiero hacer nada.

Detiene el auto frente a la tienda cerca de su casa. Se desabrocha el cinturón y me estira la mano.

-Solo bromeaba cielo. ¿vamos?

Sigo cruzada de brazos y con mí boca estirada en forma de pico. Un poco molesta. Niego con la cabeza. Se acerca un poco hasta que tengo su rostro frente al mío. Y se me hace imposible no reír, y mucho menos resistirme a besarlo.

-Era broma. ¿Vamos?

Deja un pequeño besito en mi mejilla y todo dentro de mi se estremece. Quiero ser más fuerte pero terminó cayendo rendida a sus pies. Tomo sus mejillas y le doy un beso como dios manda. No me importa nada.

Sonríe al final del beso. -¿Todo bien?

Abro mis ojos. Y sonrío como idiota. -Si. Vamos.

Es mí turno de desabrocharme el cinturón de seguridad. Y bajamos. Rodeó el auto a dónde está él esperándome. Me toma de la mano y entramos a la tienda. Mientras voy buscando los ingredientes para hacer el red velvet que tanto le gusta a mí hermana.

Toma un carrito y comenzamos el recorrido. Mientras yo busco lo indicado, el también va poniendo algunas cosas que seguro necesitamos en el piso. Voy unos pasos más adelante que él, quiero agarrar el chocolate que está en la última hilera de la góndola, me pongo en puntas de pie pero no alcanzo. Pero veo una mano sobre la mía, y el perfume que me atonta.

-¿Necesita ayuda señorita? - sonrío como tonta.

-Si. No llego.

-¿Cual quieres? - me pregunta. Le señaló la caja de cacao en polvo y la toma entre sus manos.

Cuando me la entrega me roba un pequeño beso. Le doy un golpecito en su hombro y él solo ríe. Hay una señora delante de nosotros que se ríe con nosotros.

-Ire a buscar un poco de verdura, ¿Hay alguna que no te guste?

Pienso un poco. -Creo que no.

Me roba otro beso y desaparece hacía la zona de las verduras. Me quedo mirándolo mientras se desenvuelve con familiaridad entre los pasillos del supermercado. No deja de sorprenderme este chico. La señora se acerca y me mira sonriendo.

-Disfruta la época de novios es la más romántica. Después vienen otras pero está primera parte es única. ¿hace mucho salen?

-Hace unos meses. Relativamente somos nuevos en esto.

Él es un chico malo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora