Perspectiva de Jess.
Llegamos a una casa, olvidemos eso, llegamos a una mansión. Mi mandíbula se cayó de inmediato a la vez que el auto se sacudió para pararse.
— Cierra la boca, cariño, no es atractivo. —Tom sonrió antes de inclinarse hacia mi asiento, posando su boca bajo mi oreja — Quiero esa boca para hacerme cosas en otro momento —
Le lancé una mirada de asco y me burlé antes de abrir la puerta del coche y cerrarla de un portazo. Tom salió también y estaba a mi lado en segundos.
—No puedes escaparte ahora, ¿verdad? — Preguntó, envolviendo sus brazos alrededor de mi y forzándome de un tirón hasta el porche de la casa—
Desbloqueó la puerta y se abrió de par en par. El interior de su casa era preciosa. Tenía una araña de diamantes, una cocina enorme, todo lo que me imaginaba en las casa de mis sueños, estaba aquí.
Sólo un problema.
Él estaba aquí.
Tom puso dos dedos en su boca y dejó salir un agudo y alto silbido, haciendo que dos German Shepards y dos Rottweilers vinieran corriendo.
— Mía — Dijo Tom, y los perros vinieron corriendo hacia mí, tirándome al suelo y oliéndome —
— Fuera — Ordenó Tom y los perros obedeciéndole corriendo de vuelta hacia él, sentándose delante de él como si fuesen soldados —
— Ahora, tengo solo cinco, unas simple reglas que deberías seguir. ¿Las desobedeces? Recibirás un castigo. —Tom empezó a caminar hacia a mi y agarró mi muñeca, arrastrándome al porche. Se sentó y me puso en su regazo, envolviéndome en sus brazos por mi cadera —
— Regla 1: No mientas. — Dijo — Puedo saber cuando estás mintiendo, y debería ser respetado—
— Regla 2: Haz siempre lo que te digo. No te quejes, no nada —
— Regla 3: Nunca intentes escapar. Si lo haces, serás encontrada y castigada—
— Espera — Le interrumpí — ¿Qué- qué pasa con mi trabajo, mi universidad? Bueno, quiero decir, me he graduado del instituto pero debo de estar a punto de recibir mi título pronto —
— ¿Universidad? — Reflexionó y asentí levemente con mi cabeza — Bueno, quizás cuando pueda confiar en ti y me quieras, puedo dejarte ir —
Casi me atraganto.
¿Quererlo? Nunca le querría. Es un criminal, me sacó de mi vida.
— ¿Quererte? — Escupí, luchando en su fuerte agarre — Nunca te voy a querer —
— Rodeó sus ojos hacia mí — No me hagas enfadar, no —
—¡No me puedes controlar! — Gruñí escapándome de su agarre y corriendo escaleras arriba —
—¡Vuelve aquí ahora mismo, Jessica! — Gritó, pisando fuerte detrás de mí—
Corrí directo al baño, rápidamente cerrando la puerta y echando el pestillo. Mi respiración era silenciosa y errática, intentando calmarme a mí misma.
Los puños de Tom aporrearon la puerta. —¡Abre esta puta puerta ahora mismo! —
Me estremecí al oír como de enfadado sonaba, miré atrás y vi una pequeña ventana. Podría luchar contra ello, no había problema.
—Jessica, juro que no abres esta puerta ahora mismo, ¡La echaré abajo! —
Subí como pude hasta la ventana y la abrí con dificultad. Eché un vistazo abajo, mierda era bastante lejos. Los aporreos de Tom fueron más fuertes y la puerta estaba saliéndose poco a poco de las bisagras.4
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Claimed - Tom Holland
General FictionClaimed "Si me deshago de mis demonios, perderé a mis ángeles."