[21] Tesoro.

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La fuerte marea arrastraba el barco de un lado a otro, el sudor corría por el rostro de los capitanes.

—¡Cuidado! —gritó Chat Noir— ¡Un movimiento en falso y podemos hundirnos!

Las puntas de las rocas del mar salían del agua, el océano era un completo caos, olas de muchos muchos muchos metros de altura subían y bajaban, más los truenos y relámpagos que atacaban.

—¡¿Qué podemos hacer?! —exclamó Marinette, acomodando su sombrero de pirata— La tormenta nos ha arruinado toda nuestra expedición.

—¡No podemos rendirnos, capitana Marinette! —dijo el chico de máscara, con un garfio en la mano— Hemos venido con la intención de encontrar el tesoro mágico, seríamos los primeros en hacerlo.

—¡Pero es muy riesgoso!

—Estoy dispuesto a tomar ese riesgo.

Otro relámpago azotó esta vez contra su barco, destrozando su bandera justo por la mitad. Una ola nueva se alzó contra ellos. Todo estaba cada vez más oscuro, ya habían perdido a varios tripulantes que iban con ellos, era un momento decisivo.

—Debemos cruzar el camino de piedras rocosas —dijo Chat Noir, mirando a su compañera— ¡Todo a babor! ¡Todo a babor!

—Espera.

El mundo mágico cayó de golpe. Chat Noir observó a Marinette, quien en traje de baño y en su pequeña alberca lo miraba con una ceja alzada.

—¿Qué significa todo a babor? —preguntó.

—No lo sé, pero en las películas de piratas siempre lo dicen —respondió su amigo encogiéndose de hombros.

Ambos se miraron durante un tiempo.

Tom los cuidaban sentados en sillas reclinables, y desde esa distancia, con ayuda de pistolas de agua, les tiraban el agua suficiente para aparentar ser las olas que arremetían contra ellos.

—Bueno, continuemos —dijo Marinette, aclarando su garganta y acomodando el parche de su ojos— ¡Capitán Chat Noir! ¡Mire, una extraña luz en el fondo del mar!

—¡Por las barbas de Neptuno! ¡Es cierto!

El capitán tomó el timón del barco y aún esquivando las fuertes olas, se dirigieron lo más lejos que podían. La capitana Marinette tomaba el arma de Chat Noir y sacaba del barco a las pirañas que se atrevían a atacarlos.

Lograron pasar con éxito el camino de rocas puntiagudas, así que disminuyeron la velocidad.

—¿Qué cree que haya debajo del agua, mi capitana? —preguntó Chat Noir observando con curiosidad la luz que salía del océano.

—No tengo la menoooooor idea —dijo Marinette— Deberíamos salir del barco y averiguar.

—Claro, pero hay que anclar el barco o saldrá nadando por donde quiera —dijo frunciendo el ceño.

Marinette sacó del barco el ancla y se aseguro de que quedara firme en lo que sea que se haya adherido. Ambos capitanes se miraron con decisión y saltaron al océano, logrando bucear hasta el fondo, en donde la luz era cada vez más brillante.

—¿Está viendo lo mismo que yo, capitán Chat Noir?

Porque claro, ellos eran tan buenos piratas que podían hablar debajo del agua.

—Sí, capitana Marinette y estoy muy impresionado.

Era una sirena.

Su cabello era oscuro y su aleta de colores, estaba cantando una melodía muy preciosa. Los piratas se asustaron en cuánto aquella mágica criatura los miró, pero no dudaron en acercarse ante las señas que le hizo.

The scary little kids [MLB] MAYO MARICHAT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora