Capítulo 21

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JIMIN POV

Jungkook llevaba tres semanas en el hospital. Tres semanas en coma. Cada día le visitaban médicos y enfermeras que me miraban con compasión cuando salían de la habitación.

En estas tres semanas yo sólo había dejado el hospital una o dos horas cada día. Horas que aprovechaba para cenar con Jung Min y leerle antes de dormir. Cuando Jung Min se dormía después de haberme contado su día, yo me duchaba y volvía al hospital.

Sung Han había vuelto a Busan pero Mi Sun aún estaba en Seúl. Ella estaba casi todo el tiempo con Jung Min y le había traído al hospital varias veces para que viera a Jungkook, dormido y demacrado en su cama.

Aún no habían dado con el paradero de Jackson, pero ya no tenían dudas de que fuera él el responsable del accidente de Jungkook.

Jung Min aún seguía teniendo a su guardaespaldas y yo realmente lo agradecía ya que no podía ocuparme de cuidar de mi hijo.

Mi embarazo ya debía tener unas seis o siete semanas pero no había acudido a ninguna consulta con mi ginecóloga por lo que no podía asegurar que así fuera. Seguía sintiendo náuseas y mareos pero ya no hacía nada por evitarlos. No tenía fuerzas para pensar en mí.

Mi Rae y Mi Sun se preocupaban por mi salud ya que estaba perdiendo peso.

Shin Hye venía al hospital algunos días a la semana con papeles que quería que yo revisara o informes que necesitaban mi aprobación. No había vuelto por el despacho, tampoco tenía fuerzas para ello.

— Hasta cuándo, Jimin? — se quejaba mi madre esa tarde.

— Hasta cuándo qué? — dije sin levantar la vista de una carpeta que me había traído Shin Hye el día anterior.

— Hasta cuándo vas a vivir aquí en el hospital? Hasta cuándo vas a dejar a tu hijo al cuidado de otras personas? Hasta cuándo vas a abandonar tu vida y hasta tu salud?

— Contrataré a alguien que cuide de Jung Min si tú ya no puedes hacerlo. Por lo demás voy a quedarme aquí hasta que Jungkook despierte.

— Y si no despierta?

— Despertará — respondí mirándola con odio.

— Y si no lo hace?

— Lo hará — discutí. — Deja ya de decir eso. Despertará. Despertará porque no me abandonará, no abandonará a su familia — lloré. — Él no lo haría.

— Cariño — me consoló mi madre abrazándome. — Ya no es Jungkook. Tal vez no vuelva.

— Basta — grité tapándome los oídos. — Déjalo ya. Vete. — dije empujándola hasta la puerta.

Me tumbé al lado de Jungkook llorando. Lo besé y lo abracé rogándole entre lágrimas que volviese con nosotros.

Dos días después al fin lo hizo.

Tenía su mano entre las mías mientras leía para él, cuando sentí sus dedos moverse entre mis manos.

— Jungkook? — le llamé nervioso acariciando su mano.

Sus hermosos ojos finalmente se abrieron y me miró.

Mi corazón dio un vuelco mientras las lágrimas desbordaban mis ya cansados ojos.

— Oh, Dios, Jungkook, gracias a Dios — dije presionando el timbre para llamar a las enfermeras

— Quién eres? — susurró

Nuestro amor - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora