Nuestro amor - Kookmin

Capítulo 6

JUNGKOOK POV

Llegué a la casa dos horas después de haberme marchado. La casa estaba tan silenciosa como lo había estado cuando había salido de allí. Permanecí en el coche unos minutos calmando mi respiración agitada.

Entré y subí las escaleras para ir directamente a nuestra habitación. Jimin no estaba allí, la habitación estaba tal cual yo la había dejado. Cogí mi maleta de nuestro vestidor y tiré dentro de ella un par de pantalones y unos jerséis, salí yendo a la habitación de Jung Min.

Estaba sentado sobre la alfombra haciendo una construcción con sus bloques cuando abrí la puerta y se lanzó sobre mí.

— Papá! — gritó efusivo. — Estoy haciendo una torre muy alta.

— Ya lo veo — sonreí.

En el pequeño televisor de Jung Min estaban los dibujos animados a los que no prestaba atención. Sobre la mesa de juegos, una bandeja con su vaso de leche vacío y un plato con dos galletas.

— Has desayunado?

— Sí. Papi me dejó comer galletas porque es sábado — vio mi maleta en la puerta. — Nos vamos de paseo? — preguntó ansioso.

— No. Papá tiene que salir de viaje con el abuelito Woo Young — expliqué y vi la desilusión en su rostro.

— Y yo no puedo ir?

— No esta vez, pero te prometo que la próxima vez iremos juntos.

— Vale — aceptó.

— Quiero que cuides de papi — le pedí. — Papi está un poquito triste y quiero que tú lo cuides. Me lo prometes?

— Sí — asintió solemne.

— Vas a portarte muy bien?

— Sí.

— Te amo muchísimo, hijo — dije apretándolo entre mis brazos. — Volveré pronto.

— Vale.

Salí de la habitación y bajé para encontrar a Jimin en la cocina con una taza de café en sus manos. Tenía la mirada perdida y sus ojos estaban rojos e hinchados. Me debatí entre el deseo de ir a consolarlo y prometerle que todo estaría bien y el dolor que aún sentía por su estúpida traición. En la mesa a su lado estaban los pedazos de la libreta que había encontrado esa mañana entre sus cosas.

Levantó la vista hacia mí y las lágrimas rodaron por sus mejillas.

— Te vas? — preguntó en un susurro.

— Me iré el fin de semana a Chuncheon con Woo Young — le informé.

— No te vayas, Jungkook, por favor. Hablemos, por favor, no me dejes...

— Necesito estar solo un tiempo, Jimin. Debo pensar.

— No lo hagas. Quédate. Piensa aquí, conmigo. Te lo suplico. Déjame disculparme. Lo lamento mucho, de verdad.

— Lo sé. Yo también lo lamento mucho, pero ahora mismo no puedo estar contigo

— Lamento que te sientas así — susurró bajando la mirada a su regazo.

— Yo también — dije yendo hacia él.

Lo abracé cuando estiró sus brazos hacia mí. Bese su cabeza embriagándome con su olor, intentando guardarlo en mi memoria para poder sobrevivir a esta distancia que necesitaba poner entre nosotros.