CAPITULO 2

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Rebecca pareció reacia a creer que Leon haya sido enviado aquí, no es que su laborioso trabajo fuera de lo más interesante del mundo, e incluso de solo verlo de pie aún lado de la silla vestido de esa manera lo hacía lucir tan casual como nunca.

—Ven, acércate—Exclamo depositando su atención en el compartimiento de su portafolio.

Ella titubeo unos instantes pero al final se precipitó hasta él.
A continuación Leon sacó 3 muestras altamente aisladas del portafolio, las miró brevemente antes de entregárselas a Rebecca.

—¿Qué es esto?

—Tu trabajo en las próximas semanas.

—¿Lo dices en serio? Creí que las muestras las traería un equipo preparado y siguiendo el protocolo de seguridad.

Leon la miró con simpleza cruzando sus brazos en el proceso—No hay vuelta atrás Chambers, no me iré de Washington hasta tener el antídoto.

Tras un largo y pesados suspiro, ella respondió—Ne-necesitare tiempo, al menos 4 semanas...

No hubo una reacción de desaprobación en él, dicho agente pareció satisfecho por el rango de tiempo que le había propuesto—El gobierno te proporcionará el equipo que necesites, solo házmelo saber y... Rebecca—En cuestión de segundos, su semblante se puso serio, más de lo normal—Es confidencial, nadie fuera de estás instalaciones puede saber esto ¿De acuerdo?

Ella asintió con calma, aunque no pudo evitar sentirse como si estuviera haciendo algo ilegal, de cualquier forma ya tenía pensado que esto sería confidencial. Poco después aclararon algunos detalles, el tiempo dedicarían al antídoto y las cosas que ella no podía hacer a partir de hoy, como por ejemplo salir de ciudad, crear rumores de la muestra, hacer tratos bajo la mesa con organizaciones ajenas al gobierno, entre otras.

Leon se quedó el resto de la tarde en su laboratorio, no parecía estar interesado en saber la constitución de las muestras y se hizo aún lado mientras Rebecca las examinaba. Intercambiaron pocas palabras desde la mañana, Leon se mostraba ocupado en su computadora a medida que un colega del laboratorio entró.

—¿Dra. Chambers?

La llamada interrumpió bruscamente su trabajo, incluso cuando el silencio y la paz había reinado en la sala.

—¿Qué ocurre?

—La Srta. Valentine está en recepción. Quiere verle.

Se quitó los juggles protectores y musitó el nombre de Jill 2 veces con cierta molestia.

Su compañía al otro del laboratorio ni siquiera la miró, estaba muy concentrado en el monitor brillante de su computadora, parecía muy ocupado, por supuesto no sabía que estaba haciendo y sería mejor no saberlo.

Tras ponerse de pie y sacudirse un poco la bata, Rebecca dijo al aire pero iba particularmente hacia Leon—Vuelvo en unos minutos, no me esperes.

Salió del laboratorio con la mirada temblorosa, cruzó el pasillo hasta llegar a recepción donde Jill más pendiente en su teléfono yacía sentada a un costado con gafas de sol.

Al verse no dudaron en saludarse a tiempo que Rebecca se quitó su bata y siguió a Jill por el jardín.

—¿A dónde vamos?—Pregunto expectante la Dra.

—A un lugar más tranquilo.

—Pero aún no es mi hora de comida.

—Rebe...—Jill se detuvo, se dio vuelta y la tomó por sus hombros—No creas que no te pediré los detalles de anoche.

Cuando estoy contigo | Leon y RebeccaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora