CAPITULO 12

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Al día siguiente por la mañana

Después de una larga noche donde el insomnio estuvo presente, la luz de sol lleno de vida una habitación repleta de gris y ansiedad latente.

Leon se sentó al borde de su escritorio, peinó su cabello con calma y miró nuevamente el reporte que Hunnigan le había hecho llegar horas antes. Miró con amargura el legajo que su compañera entregó.

Asuntos internos confiscó el reporte antes de que llegará a la policía, posteriormente fue enviado al jefe de la misión, el agente Kennedy, a partir de ahí, todo sería extremadamente confidencial.

Después de revisar incontables veces el reporte, no había duda alguna, habían sido encontrados mecheros en zonas muy específicas del laboratorio, y la peor pesadilla de Leon se volvió realidad. ¿Ataques terroristas? ¿Mercenarios? ¿Organizaciones delictivas? Todo un sin fin de posibilidades, pero todo era evidente, aquel ataque degradó la investigación de Rebecca, aunque no del todo claro está, sin embargo, Leon sabía que esto fue una prueba, una advertencia hacia él y ella. Creyó que decírselo ahora sería demasiado abrupto, el agente decidió guardar la calma y esperar como se desarrollarían los siguientes días.

La noche anterior

Rebecca tuvo mucho tiempo para meditar bajo la calida agua de la bañera, su piel se arrugó ligeramente a la vez que sus pensamientos volaban y aterrizaban de forma flagrante en él.

Pero aquello era más que un simple anécdota, Leon le había rechazado y de solo recordarlo le avergonzaba y la amargura la invadía. ¿Cómo pudo ser tan incrédula? Se dijo mientras buscaba la manera de evitarlo por unos días al menos hasta que las cosas se enfríen lo suficiente, tenía la fortuna que el laboratorio estaría fuera por unas semanas pero eso solo iba a volver más lento su trabajo.

Antes de recostarse, pensó detenidamente en lo que hubiera sido si ella y Leon hubieran terminado teniendo relaciones a la luz de la luna. A estas alturas se avergonzó totalmente de dicha posibilidad, esperaba que el agente no contará a nadie de esto, ya que su reputación de Dra. valía demasiado y por supuesto, también su estatus tanto para él como para ella.

Por lo que miró por la ventana antes de intentar dormir si es que podría hacerlo, pensaba que tal vez Leon se encontraba aún en la acera. Su decepción fue grande pero su deseo por saber que hacía él en ese mismo momento aún más. Contrario a lo sucedido, su interés por Leon no disminuyó en lo absoluto, de hecho sentía más curiosidad de saber porque había sido rechazada, pero no podía ocultar su molestia ante su rechazo, ella no estaba lista para lidiar con un tema así.

(...)

Rebecca salió del auto ligeramente indispuesta, había mirado con una amarga tensión su reflejo en el espejo. Notó brevemente que su sonrisa cálida de anoche no estaba presente.

Miró su teléfono, examinó la pantalla con disposición. Tenía 2 llamadas perdidas de Leon. Después de preguntarse por qué no había respondido, no se dió cuenta el día exacto en que obtuvo su contacto. Seguramente había sido aquella noche.

Tomó un carrito del supermercado y entró a la tienda con un rostro serio y muy marcado. Ahora los pasillos se notaban diferentes, esa sensación de soledad y decepción también la invadieron. Tras comprar los víveres y pagarlos, se dirigió a la salida con la clara intención de olvidar todo lo ocurrido estos últimos días, pero él estaba ahí, al borde de la puerta con sensor, aparentemente consciente de que ella ya se encontraba ahí.

Cuando estoy contigo | Leon y RebeccaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora