Revenge | Kazufuyu.

06

POV KAZUTORA

La diferencia de hacerlo con una chica a Chifuyu, es que con él puedo dejarme llevar un poco más, por ser un chico. Me dí cuenta de lo flexible y energético que era durante el sexo, pues era nuestra tercera ronda en la noche.

Eran aproximadamente las 3 am, cuando Chifuyu daba saltitos encima de mi viralidad. Encajé mis uñas en sus caderas ayudándolo a ir más profundo, logrando que grite en cada golpe.

— ¡Mmh! ¡Si, así! – volvió a gemir, sosteniéndose de mi pecho.

Lo acosté en la cama sin previo aviso y lo penetre con fuerza, sacándole más gemidos de excitación.

— ¡T-Tora!

Maldición, oír mi nombre salir de esa linda boquita me prende más.

Y es que me quema lo estrecho que es.

Era mi primera vez haciéndolo con un hombre, y consideré que probablemente si sea bisexual, porque me encantaba follarlo.

— M-Me corro – avisa a punto de llegar a su orgasmo, para luego venirse.

Di unas cuantas estocadas más para salir de él, haciéndolo soltar un quejido.

Me posicione a su lado, ambos con las respiraciones agitadas y le sonreí porque lo disfruté muy bien.

Ni siquiera me di cuenta de cuándo cerré los ojos y caí rendido en la cama de Chifuyu.

A la mañana siguiente me desperté abruptamente al escuchar un grito de una mujer.

— ¡Chifuyu!

Me escondí entre las sábanas, porque sabia que sería peor si me levanto ahí mismo.

— Mamá déjame dormir es sábado – lo oí decir, pero reaccionó un segundo después – ¡p-puedo explicarte!

— ¡¿Otra vez?! ¡C-como sea vístete! – salió del cuarto azotando la puerta, sentí mi rostro completamente rojo de la pena.

— Estás despierto ¿cierto? – suspiró Chifuyu.

— Sí... – me incorporé en la cama – lo siento me quedé dormido

— Está bien tu quédate aqui, trataré de calmar las cosas allá fuera – Chifuyu puso los pies en el suelo y ahí me percaté de que estaba desnudo.

¿Todo eso comí anoche?

Antes de que pudiera tener cualquier pensamiento lascivo su almohada se estampó contra mi cara, dejándome sorprendido.

— ¡D-Deja de mirarme! – exclamó entre molesto y... ¿avergonzado?

— Ya ya perdón – alcé ambas manos en señal de inocencia.

Él se encerró rápidamente en el baño, se me hizo tierno que hace unas horas no paraba de saltar sobre mi pene y ahora se ponía nervioso de haberlo mirado un poco.

Bostece con cansancio, anoche lo hicimos mucho y aún tengo ganas de dormir.

¡Cierto, mis amigos!

Prendí mi celular y el sonido de las notificaciones sonó estrepitosamente.

Envié un mensaje en el grupo con un sticker de "todo bien señores" y lo volví a dejar en la mesita de al lado.

Chifuyu salió vestido y me miró, como sí no supiera qué hacer conmigo.

— Puedes usar el baño, iré a arreglar las cosas allá abajo

Asentí obediente hasta verlo salir de la habitación. Recogí mi ropa regada por todo el lugar y me vestí con torpeza, definitivamente tenía que irme lo más pronto posible.