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Takemichi y Chifuyu charlaban cómodamente en una de las bancas vacías del centro comercial. Algo que descubrí el día de hoy es que ellos dos eran mejores amigos desde la secundaria, lo cual me dejó impactado.

Eso quiere decir que se cuentan todo o al menos lo saben todo el uno del otro.

Interesante.

Sentí un escalofrío en mi espalda y voltee a ver quién era el responsable, cambiando mi expresión a una más incómoda porque Draken clavaba su mirada directamente hacia mí.

Sigue sospechando, de eso estoy seguro.

— Kazutora vayamos a comprar unas pizzas – me llamó Baji.

— ¿Hmm? De acuerdo

Nos pusimos en marcha, alejándonos de los demás y bufé cuando ya no percibí la mirada asesina de Draken.

— Oye últimamente te veo tenso ¿está todo bien?

— Sí ¿por qué? – respondí rápidamente a lo que alzó una ceja – de verdad estoy bien

— Bueno...

Llegamos al lugar, Baji se acercó con la cajera y pidió la comida. Observé a la chica teclear un poco nerviosa, después le dió un recibo en dónde venía su número de pedido así que nos sentamos en una de las mesas.

— Parece que le gustaste – comenté.

— ¿A quién?

«¿Se hace o es idiota? » pensé.

— La cajera – volví a decir un poco molesto – apuesto a que te pedirá tu número

— Yo creo que es demasiado tímida para eso – declaró muy seguro.

— Y si no lo es ¿qué harás?

— Supongo que le diría que no – contestó echando un vistazo al sitio.

— ¿Le romperás su corazón sin siquiera conocerla? Yo entiendo que tienes a alguien pero que eso no te impida conocer otras personas además no sabes si esa persona te va corresponder... sólo digo – finalicé.

— ¿Para qué? No sería muy responsable de mi parte darle ilusiones a la otra persona cuando ya pienso en alguien más – contraatacó.

Baji no lo dijo con mala intención, de hecho puede que tenga un poco de razón pero la idea de perder me hace querer seguir.

No me metan en debates porque me desconozco.

— Entiendo – dije dando fin a la conversación.

Tampoco iba pelearme en un puesto de pizzas ¿qué esperaban?

— Aquí está su orden – avisó la chica y Baji fue para recogerla – o-oye...

— ¿Sí? – ladeó la cabeza confundido.

Y ahí va otra.

— ¿Me pasarías tu Instagram? D-Digo sólo si tienes – hizo una pequeña pausa – es que me gusta tu estilo

Esa excusa se la pusieron como 800 mil veces.

— Claro – accedió. Ella le dió su celular para que buscara su perfil, cuando él lo encontró se lo devolvió.

— ¡Gracias! – chilló con un intenso brillo en sus ojos, claramente emocionada.

¿EHHHHH?

— ¿No que no se lo darías? – me crucé de brazos indignado.

— Dije teléfono, no Instagram – me mostró la pantalla de su celular en el que la chica lo había seguido casi al instante – un follower más

— Debí suponerlo – rodee los ojos.

Revenge | Kazufuyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora