Revenge | Kazufuyu.

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Las cosas empezaron a ir bien para mí.

Chifuyu se mantenía a mi lado, recostado en nuestra cama durmiendo plácidamente.

Han pasado años y ahora nos mudamos a un pequeño apartamento donde vivíamos Chifuyu, yo y nuestros hijos.

Con hijos me refiero a 3 gatos, obviamente.

— Ya levántate Chifuyu recuerda que tenemos nuestra reunión en la casa de Mikey – comenté dándole un beso en su cabeza.

— Ya voy – contestó removiendose de la cama.

Es increíble que Chifuyu y yo hayamos abierto una tienda de mascotas, afortunadamente nos va bien y llegan clientes frecuentes para dejar a sus mascotas al cuidado de nosotros.

Luego de un largo día atareado nos quedamos dormidos por un par de horas a descansar.

Eran las 7 cuando salimos del departamento, yendo en dirección a la casa del rubio enano.

— ¡Llegaron mis papás! – bromeó Mikey desde la ventana.

— Pasen e ignorenlo por favor – dijo Takemichi avergonzado de su novio infantil.

Bueno, aún sigo sin creerme que Takemichi y Mikey sean pareja, fue bastante inesperado aquél cambio.

Durante ese tiempo también sucedieron muchos problemas, pero como siempre, progresaron y lo resolvieron.

— ¡Kazutora! – saludó Senju con una sonrisa – ¡Chifuyu! ¡¿Viste lo que pasó en el anterior capítulo de Amores Verdaderos?!

— ¡Sí! ¡De verdad que me jode que María no acepte su amor por Ernesto! Es decir, es tan guapo y adinerado

— ¡¿Verdad?! Es una estúpida pero notaste que Camila hizo ese plan para que se peleen – comenzó a delirar de un montón de cosas que desconocía.

Sorprendentemente estos dos se llevan muy bien, Senju entendió y aceptó su derrota, pero extrañamente comenzaron a llevarse hasta el punto de que se consideran mejores amigos.

— ¿Y Draken? – le pregunté a Mitsuya, quien llevaba un suéter que combinaba con el de Hakkai.

Ellos son tan goals.

— Dijo que ya venía con Emma y Hina pero que el auto necesitaba arreglos – le restó importancia.

Miré al frente y me topé con Inupi en medio de Koko y Sanzu, los dos tenían los ojos puestos atentamente a mi amigo. Alcé una ceja curioso por la situación hasta que mi atención se desvió en Draken llegando con ambas chicas, solo que a Emma la sostenía con la mano cruzada, ambos con anillos en uno de sus dedos.

— Ya están casi todos por aquí ¿quién falta? – inquirió Draken.

— Baji y su amiguito raro – soltó Chifuyu cruzado de brazos.

Al parecer no se llevaba bien con Ryu, a mí me agrada pero no sé por qué a él no.

— ¿A quien le dices raro? – hablando del rey de Roma.

— A tí – apuntó acusatorio.

— ¡Buu! ¿Escuchaste lo que dijo Baji? – lo agarró del brazo dramáticamente – me vas a hacer llorar

— Llora pues – contestó mostrando una expresión tal cual gato mostrando sus colmillos.

— ¿Estás molesto Fuyu? – lo desafió con una sonrisa altanera.

— ¿Por qué lo estaría?

— Ya chicos parenle – se interpuso Baji – deja de molestar a Chifuyu, Ryu