Estaba en un hermoso jardín enorme con flores hermosas de diferentes tipos y colores. Me encontraba vestida con una camisa blanca tejida con pequeñas flores en la parte de abajo un pantalón mahón azul y mi cabello estaba recogido en una dona.
Estaba caminando sin rumbo sintiendo la suavidad de las flores en mis manos cuando a lo lejos veo la sombra de dos personas; un adulto y un pequeño niño.
Mientras me acercaba se podían ver los rostros con mas claridad, el cabello castaño y esos ojos verdes eran inconfundibles, ya que llevaban robándome el sueño desde hace mucho tiempo. En cambio el niño tenia marrones y el cabello castaño pero una radiante sonrisa.
- ¡Mamá!- exclama el niño al verme.
¿Que?
Me levanté gracias al sonido del despertado que esta en mi pequeña mesa de noche.
Me siento en la cama confundida por ese sueño, ¿que querrá decir?.
Doy un fuerte suspiro al levantarme y estirarme para caminar al baño. Cuando entro veo mi reflejo en el espejo, Dios mío parece que una manada de toros, rinocerontes y elefantes me hubieran pasado por encima. Sin exagerar, lo juro. Mi cabello esta enredado y pegado a mi rostro, mis ojos están achinados y con lagañas y no hablemos de mi aliento por favor, soy horrible en las mañanas, en definitiva.
Encendí la regadera para tomar una relajante ducha, me despojé de mi ropa para entrar en la ducha y eliminar cualquier rastro de sueño o sudor que se encuentre en mi cuerpo.
.
- ¡Mack!- escuche que gritaron mi nombre a mis espaldas y giré encontrándome con Diana que venia con una enorme sonrisa de felicidad en su rostro.
- Quiero que me cuentes todo.- la tomé del brazo y la senté en una de las mesas alrededor del campus.
- ¿No quieres comer algo primero? No se ¿Algo de beber?- dijo tratando de evitar el tema.
- No ahora no quiero, y no me trates de cambiar el tema señorita.- reproché.
- Bien, llegamos al r...-
- ¡Diana! Ahí estas necesitamos ensayar la nueva canción del cierre.- dijo uno de sus compañeros de teatro.
- ¡¿Que?! Pero pensé que escogerían la que ya ensayamos.- dijo poniéndose de pie para irse.
- ¡No te escaparas de mi luego!- grité advirtiéndole divertida.
Me encaminé a la cafetería de la Universidad para comprar algo de comer ya que moría de hambre.
Me puse en la fila para comprar mi almuerzo cuando siento que algo se derrama en mi espalda y se esparce por toda mi camisa manchándola.
- ¡Maldita sea! ¡Fíjate por donde vas estúpido!- exclamé molesta.
- Dios mío, lo siento mucho. Déjame ayudarte.- tomó mi camiseta y la comenzó a limpiar con una servilleta desechable.
Cuando la mancha ya no era tan visible en mi camisa, me giré y encaré al chico que aventó accidentalmente su comida en mi camisa.
Sus ojos eran azules, pero no un azul normal, un azul claro pero a la misma vez verdes que te embobaban y dejaban sin aliento, sus fracciones perfectas y varoniles.
- En serio lo siento.- comentó apenado, me entraron unas ganas inmensas de apretarle las mejillas, que ahora, estaban ruborizas.
- Tranquilo, fue un accidente.- le sonreí cálidamente tratando de que se dejara de sentir avergonzado. Me dedicó una pequeña sonrisa de agradecimiento y se la devolví.
- No te había visto por aquí, ¿Eres nuevo?- pregunté confusa.
- De hecho si, llegué ayer en la noche. Me transfirieron de Boston.-
- Oh santo cielo, yo también soy de allá. Dime ¿Como están las cosas por allá?- le pregunté al chico que aun no sabia su nombre.
- Todo bien, por lo menos. Ya sabes, algunos problemas con la economía pero nada del otro mundo.- informó él.
- Que bien.- contesté con una sonrisa.
- ¿Como te llamas?- preguntó tímido.
- Mackenna Dornans, un gusto.- alcé mi mano para estrecharla con el.
- Alex Lerman, el gusto es mío.- estrechó mi mano dejando pequeñas cosquillas en ella.
- ¿Te parece dar una vuelta por el campus? Ya sabes, para conocerlo.- sugerí.
- Claro, ¿Porque no?- me dedicó una enorme y perfecta sonrisa.
- Entonces adelante.- tomé su mano y le di un pequeño jalón para comenzar a caminar.
.
El día en si estuvo perfecto, todas mis clases después de el medio día coincidían con las de Alex. De hecho estuvimos juntos todo el día junto con Diana.
Algo que se me hace muy extraño es el hecho de que no he sabido nada de Logan en estos últimos días, algo muy raro porque el siempre busca un pretexto para estar conmigo. No digo que estoy celosa de lo que pueda estar haciendo, solo extraño su presencia.
Volviendo al presente, estaba con Alex y Diana en la cafetería de Alice tomando unas malteadas de chocolate.
- ¿Que harán en el fin de semana chicas?- preguntó Alex.
- Yo aun no tengo planes, así que por el momento estoy libre.- contestó Diana.
- Yo tampoco, pero si en la semana piensan hacer algo no podré porque quedamos en vernos yo y mamá.- contesté.
- Perfecto, escuche que un chico de tercer año va a hacer una fiesta y están todos invitados ¿se apuntan?-
- Por mi esta bien.- sonreí.
- Cuenta conmigo.- concordó Diana.
.
- Hey Logan.- saludé cuando entré al cuarto.
- Hey.- saludó serio.
- ¿Te encuentras bien?- pregunté acercándome a el.
- De maravilla, ¿Y tu?¿Te divertiste con el chico nuevo?-
- ¿A que viene esa pregunta?- pregunté confundida.
- Bueno, no se, solo que los vi muy felices en el comedor.- gruñó el.
- Espera ¿Estas celoso de Alex?- pregunté divertida.
- Oh ¿Se llama Alex? Y no no estoy celoso, soy mas sexy que el.- se cruzó de brazos.
- Si aja, lo que tu digas.- me puse de pié y agarré sus mejillas apretándolas, a lo que el gruñó.
.
¡Hola!
Bueno últimamente estaré tratando se subir mas seguidamente, ya que he estado ausente un tiempo y subiré para compensarlas.
De hecho he pensado en hacer un maratón de capítulos, no se. ¿Que les parece la idea? Si empiezo el maratón será en el próximo fin de semana.
Las amo con todo mi corazón
Dixy xx
Alex en multimedia.
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Clouds. {pausada}
Romance-¿Porqué yo? ¡Mirame! Estoy igual o más dañada que todos ellos.- grité sintiendo como mi garganta se desgarraba. -Porque eres la única que puede mover mi mundo de la manera en la que lo haces.