etniev

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Movimientos alrededor de el cuarto y un pequeño beso en mi mejilla fueron suficientes para que comenzara lentamente a despertar.

Abrí los ojos lentamente evitando ser segada por la luz de el sol que se filtraba por las ventanas.

Logan se encontraba a un lado de su armario esparciendo su perfume por su cuello, lo guardó de nuevo y se giró hacia la puerta.

- ¿A donde vas?- pregunté con voz rasposa y frotando mis ojos.

- A salír.- declaró dándose la vuelta y permitiéndome ver lo que llevaba puesto.

Unos jeans un poco ajustados, camisa de botones color roja de manga corta y sus Vans negras lo vestían haciendo que se viera malditamente sensual.

- ¿Quieres que me dé la vuelta para que puedas ver mejor?- preguntó con una sonrisa divertida. Provocando que mis mejillas se encendieran.

Rayos, aprende a disimular Mackenna.-me reprochó mi subconsciente.

- ¿A donde?- pregunté tratando de ignorar su comentario.

- Con unos amigos.- miré el reloj a un lado de mi cama.

- ¿A las nueve de la mañana?- pregunté encarnando una seja.

- Si, adiós.- dijo saliendo rápidamente y cerrando la puerta a su vez. Raro.

Salté de la cama y me introduje al baño.

.

Logan's POV

- Muchas gracias.- sonreí a la cajera mientras salía de la tienda de decoraciones.

Llamé a Diana preguntándole donde estába, y contestó diciéndome que en su apartamento.

No mal piensen, yo, Diana y la madre de Mackenna estamos planeando la fiesta de cumpleaños de Mack. Su cumpleaños número dieciocho.

El recuerdo de mi llegada a el cuarto vino a mi mente haciendo que sonriéra.

》Las puertas de el ascensor se abrieron mostrando me un largo pasillo con infinidades de puertas. Arrastré mi maleta y acomodé el bolso deportivo en mi hombro, comenzé a buscar el número de mi nuevo cuarto.

Luego de que casi llegue a el final de el pasillo vi la puerta que estaba buscando con el número en ella, ciento veintiséis.

Miré las llaves en mi mano y suspiré, estaba a punto de comenzar otra vida completamente diferente, nuevos amigos, nuevo país y nuevo yo.

Con un poco de esfuerzo puse la llave en la cerradura y la giré hasta escuchar un pequeño clic.

Abrí la puerta y traté de ver el cuarto pero una chica saltó hacia mi espalda mientras me pegaba con una escoba.

¿Qué?

- ¡¿Pero qué demonios?!- grité mientras trataba de proteger mi cabeza con mis manos, esta chica está loca.

- ¡No me vas a violar maldito bastardo!- gritó fuerte, muy fuerte.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? Yo no te quiero violar. ¡Solo deja de golpearme!- le contesté, esta chica necesita ayuda--pensé.

- ¿Ah no? ¿Y entonces que haces en mi habitación?

- ¿No te dijeron?- encarné una ceja.

- ¿Decirme qué?

- Soy tu nuevo compañero, nena. Ahora ¿Me harías el favor de bajarte de mi espalda? Me haces daño, pesas.- en realidad no pesaba casi nada pero el hecho de que tenga su brazo alrededor de mi cuello me incomoda.

Clouds. {pausada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora