Capítulo 26: ¿Lo sabes?

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-Buenos días -susurró alguien en mi oído.

-Buenos días Raúl -dije girándome- ¿Sabes que el profesor de matemáticas está enfermo y nos han dado la hora libre?

-¿Ah sí? No sabía nada.

< Tengo una hora. Ahora o nunca, tengo que romper con mi mejor amigo >

-Raúl, hay una cosa de la que te quiero hablar.

-Claro, dime -hizo ademán de agarrarme por la cintura pero lo detuve.

-Por favor, no hagas eso.

-¿Qué pasa? -preguntó confuso.

-Mira Raúl, esto no va a ningún lado.

-¿De qué hablar?

-De nuestra relación. No creo que esto pueda funcionar -me mordí el labio inferior- Lo siento mucho.

-Espera -soltó una risotada- Esto no por lo de Daniel, ¿verdad?

-¿Disculpa? -esta vez fui yo quien frunció el ceño- ¿Lo de Daniel? ¿Lo sabes?

-¿Que si lo sé? Me lo deja claro cada vez que nos vemos.

-¿Cómo? Pero si empezamos a salir ayer -lo miré y vi por como abría los ojos, que había metido la pata hasta el fondo.

-¡¿Qué?! ¿Estás con Daniel?

-Shhh no grites.

Lo agarré del brazo y lo metí en la primera aula vacía que encontré abierta.

-¿Cómo es eso de que has empezado a salir con Daniel? -insistió.

-No, primero respóndeme tu, ¿a qué te referías con lo de que Daniel te lo deja claro?

-A que no me soporta y conseguiría hacerte ver que no merezco la pena.

-¿Te dijo eso?

-Sí, pero no me cambies de tema, dime si estás saliendo con Daniel.

-Bueno... sí.

-¿Desde cuándo?

-Desde ayer -me mordí el labio inferior.

-¿Por eso quieres cortar conmigo?

-Sí -asentí levemente- Raúl, lo siento mucho, muchísimo, pero no puedo seguir mintiéndote. Siento algo por Daniel y por desgracia no siento lo mismo por ti. Lo siento.

Esperé a que me respondiera pero no dijo ni mu.

-Dime algo.

-No sé qué decirte -dijo cabizbajo- Supongo que no puedo hacer nada, si sientes algo por él, tendré que aceptarlo, por algo soy tu mejor amigo.

-Oh, gracias Raúl, muchas gracias por entenderme -lo abracé con fuerza- Tenía miedo de que te enfadaras y esto afectara a nuestra amistad.

-Bueno, está claro que de alguna forma afectará a nuestra amistad, pero si lo que te preocupaba era que dejase de ser tu amigo, te aseguro que eso jamás pasará -rodeó mi cintura con los brazos- No puedo vivir sin ti, aunque me hayas roto el corazón, no puedo alejarme de ti -me susurró al oído.

-Te quiero -le dije sonriendo mirando sus ojos oscuros- Pero tienes que prometerme que no le dirás a nadie lo que te he dicho. Nadie puede saber que estoy con Daniel.

-¿Por qué?

-Porque sabes cómo es la gente. Les encanta juzgar y tener una diana como objetivo de burla. Además, no tengo ni idea de cómo se lo tomarán nuestros padres como para que se enteren por terceras personas.

-Lo entiendo -asintió- No se lo diré a nadie. Puede que esté enamorado de ti, pero somos mejores amigos desde críos, y para mí lo más importante es que seas feliz, aunque para eso tenga que ver que estás con otro.

-Gracias -le repetí.

-No me las des -me devolvió la sonrisa.

-Por cierto, ¿en serio te dijo que iba a encontrar la manera de hacerme ver que no mereces la pena?

-Sí, fue días después de nuestra primera cita. Me dejó claro que conseguiría que rompiésemos, y al final, resulta que lo ha conseguido -se encogió de hombros.



# Hola chicas. Siento no haber subido el jueves, estuve liada con unos asuntos personales. Y también siento que el capítulo sea cortito, de verdad que con los finales no tengo tiempo para nada; espero que me entiendan.

¡Un beso!


Enamorada de mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora