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capítulo uno ✦
primera noche.

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⊹ Los trazos se marcaban en el papel de aquella libreta algo vieja de manera calmada

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Los trazos se marcaban en el papel de aquella libreta algo vieja de manera calmada. El bloc era de color café, la funda de piel. Estaba haciendo formas y los detalles del lápiz que harían que el dibujo se viera bien.

Era un árbol. Un simple árbol. Pero por los detalles que le agregó, parecía que un experto lo había dibujado con sus propias manos. Sin embargo, aún seguía experimentando técnicas de dibujo; la que acababa de utilizar era una de ellas.

Dibujar le daba paz. Le permitía viajar a mundos más allá de los límites de su propia imaginación por medio del lápiz y la hoja. Era su lugar seguro, podría decirse.

Escuchó que tocaban la campana que servía como timbre desde afuera. Se asomó un poco desde su escritorio, el cual se encontraba a lado de la ventana. Era Roy Mustang, un niño rubio con un abrigo rojo y un sujeto en una armadura de hojalata. Aquello no era muy usual, nunca recibían visitas que no fueran de parte del ejército. Ni ella ni su hermana tenían amigas.

Su padre, Shou Tucker, era un alquimista estatal que ganó fama y privilegios por crear una quimera que podía hablar el lenguaje humano. Por ese mismo motivo, cada cierto tiempo se aparecían militares para tener conversaciones privadas con él en su despacho.

Por la emoción de nuevos visitantes, su perro Alexander se le lanzó encima al rubio, aplastándolo y haciéndolo soltar un alarido de dolor.

Casi en ese instante, su padre y su hermana menor abrieron la puerta para recibirlos y pedir perdón por la imprudencia del can. De ahí no vio más, desvió la mirada y continuó dibujando. No era algo de su incumbencia y mucho menos de su interés.

Al rato de seguir con lo suyo, escuchó movimiento dentro de la casa, evidentemente los habían invitado a pasar. Chasqueó la lengua, restándole importancia a ese hecho.

✓ ALCHEMY, edward elric.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora