045

683 56 47
                                    

capítulo cuarenta y cinco ✦
el final de todo.

Dos años habían pasado desde aquello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







































Dos años habían pasado desde aquello. Actualmente tenían 34, Alphonse 33.

Su hermana Nina tenía catorce años, iba cursando la secundaria. La visitaba todo el tiempo, por mucho que la adolescencia empezara a afectarle. La guerra dio fin y ya no había nada a qué meterle, solamente al gobierno que se suponía los cuidaba.

Le gustaba pensar en lo sucedido desde que hicieron el amor, le recordaba lo rápido que pasaba el tiempo. Por mucho que en vez de volverse más sabia, se volvía más imbécil (al menos su parecer).

Pasó el tiempo hasta que quedó embarazada a la edad de 32. Fue un bonito acontecimiento en sus vidas a pesar de no saber nada sobre cómo criar un hijo, definitivamente. Solo les quedaba no cometer los errores que sus padres habían hecho con ellos.

Lo primero que le pidió al casarse fue llevar su apellido, había pasado bastantes años pensando en hacerlo.

____ Elric sonaba muy bien.

5 años desde eso. Tuvo una linda niña llamada Eimy, la cual heredó el cabello castaño de su madre. Edward se puso ciertamente celoso, pero lo calmó diciéndole que era mejor que solo él portara el hermoso cabello dorado característico de los Elric. E increíblemente, funcionó.

Aquel día era domingo, por lo que era a veces se daban el lujo de despertarse tarde. Eran las 12:00pm. Su tarea era despertar a su pequeña hija revoltosa (de buena manera). Pero antes de ello, se quedó unos minutos admirando al rubio a su lado, quien aún estaba dormido.

¿Qué se sentiría crecer así de hermoso? Era demasiado guapo... menos podía creer que la prefirió a ella, habiendo más de ocho billones de mujeres en el mundo.

Suspiró y fue a la habitación de su hija para despertarla, luego seguiría con el bebé grande y haría el desayuno.

—Eimy... — la llamó con suavidad. — Eimy... — subió un poco más el tono de voz, despertándola. No se asustó ni nada. De hecho era raro que se despertara después del tercer llamado. — Buenos días, pequeña. Despierta ya, voy a hacer el desayuno. Cuando bajes dale sus croquetas an Oliver.

Ella asintió adormilada, restregando sus ojos con sus pequeñas manitos.

—¿Papá está despierto?

—Sabes bien al respuesta.

La menor rió adorablemente, ____ sonrió mientras se retiraba. Se dirigió a su habitación, encontrándose al rubio en la misma posición en la que estaba al despertarse.

«A él no tengo que tratarlo bien», pensó malévolamente.

—¡Edward Elric! — pegó tal gritó que posiblemente toda Alemania lo escuchó. Él pegó un salto, casi cayéndose de la cama. — Qué bien, estás vivo.

✓ ALCHEMY, edward elric.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora