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capítulo cuarenta y tres ✦
el trío imparable.

—¡Winry! — la llamaron sorprendidos al verla

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—¡Winry! — la llamaron sorprendidos al verla.

Ya habían salido de ese lugar y, sorpresivamente, la susodicha estaba ahí, acompañada de Sheska.

—¡Chicos! ¿Qué son esas cosas? — preguntó al ver naves volando por ahí como si nada.

—Todo lo que hice fue abrir La Puerta...

—¿"La Puerta"?

Una gran ráfaga de aire los golpeó, y se escuchó un estruendo —como algo muy pesado cayendo en el suelo.— a unos metros de ellos. Giraron la cabeza para ver de qué se trataba. Era algún tipo de cohete rojo, el cual desprendió demasiado humo al caer. Casi no pudieron distinguir su figura.

Pero lo que vio no se lo esperaba. Nadie, de hecho.

Reconocería esa cabellera rubia con finos detalles dorados donde fuera. Lo escuchó quejarse mientras tomaba su cabeza. ¿Cómo seguía vivo?

—¡Ed! — lo llamó Winry. El susodicho abrió sus ojos por completo mientras subía la mirada. Y ahí los vio, a los cuatro. — ¿Dónde te habías metido?

La rubia se lanzó a sus brazos, provocando que un rubor apareciera en su rostro.

—Winry...

No sabía cómo sentirse en ese momento. ¿Acaso su confesión fue un sueño, y no sucedió? ¿Él no la recordaba o algo así? ¿Había sido una ilusión de su mente?

—Bienvenido.

Cuando ellos se separaron, los tres restantes se acercaron.

—¡Sheska! ¡Al! ¡____!

—Bienvenido, hermano. — hablaron al mismo tiempo.

Tuvieron unos pocos segundos para examinarse mutuamente. Aquel saco café hacía verse a Edward realmente bien, siendo el mismo caso con la camisa blanca de manga corta de ____ (que resaltaba su algo pronunciado pecho).

No pudo evitar mirar ahí, y se sonrojó al darse cuenta de lo bien proporcionada que ella estaba. Pero una nave volvió a aparecer en ese momento, obligándolos a desviar la mirada.

—¿Qué es eso?

—Un arma procedente del otro mundo. Están invadiéndonos, para llevarse nuestros poderes.

—Yo...

____ puso una mano sobre el hombro de Al, en señal de apoyo.

—¿Abriste esa puerta? — preguntó Edward, serio. Sin embargo, Al salió corriendo para evitar responder su pregunta, dejando la mano de la joven al aire. — ¡Al! — ambos iban a seguirlo, pero Edward se tropezó. Resulta que su implante de tobillo dejó de funcionar.

✓ ALCHEMY, edward elric.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora