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capítulo quince ✦
la casa donde espera la familia.

—Es un sitio muy tranquilo

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—Es un sitio muy tranquilo. — comentó mientras veía alrededor.

Resembool era precioso. Tomó con más fuerza las cuerdas de su pequeña mochila. Todo estaba absolutamente verde gracias a la naturaleza, y si a eso se le agrega campo, casas rurales y montañas, era muy lindo.

—No es más que un pueblo sin nada de especial. — Edward sonrió levemente.

—Hacía cuatro años que no veníamos...

—¿Hace tanto ya?

—¿No habían venido durante todo este tiempo?

—Aunque hubiéramos vuelto, no tenemos a nadie que nos espere. Has leído sobre nuestro pasado, ¿verdad, Mayor?

—Sí...

A lo lejos pudieron ver a una anciana mucho más enana que Edward y a un perro. Se encontraba fumando una pipa mientras esbozaba una pequeña sonrisa. Desde ese momento se dio cuenta de que aquella visita no sería para nada aburrida.

—¿Qué tal todo, Den? — le preguntó al perrito, el cual tenía un automail al igual que él. — Tía Pinako... cuanto tiempo, ¿podemos quedarnos aquí?

—Claro que sí. Veo que has sufrido graves desperfectos... — se les acercó.

—Sí, han pasado muchas cosas.

—Y sigues tan bajito como siempre.

Oh, no.

—¡¿A quién llamas bajito, vieja bruja?! — preguntó con furia.

—¡¿Cómo me has llamado, enano?!

—¡Calla, bruja enana!

—¡Enano!

—¡Vieja diminuta!

—¡Estúpido! — lo tomó de la oreja y la jaló sin cuidado alguno, a modo de reprimenda.

—¡Déjame, idiota! — insultó.

Se la iba a devolver, pero el mayor la interrumpió, deteniendo el confrontamiento.

—¡Edward Elric! — Armstrong bajó con cuidado a Alphonse, dirigiéndose a ellos. — ¿Cómo te atreves a llamarles así a estas señoritas? ¡Yo, Armstrong, lo arreglaré!

—¿Quiénes son? — preguntó la bajita con una gota bajando por su cien con nerviosismo.

—Me llamo Alex Louis Armstrong. — le extendió la mano para que la estrechara.

✓ ALCHEMY, edward elric.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora