III

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- Creí que nada más hacías lo que mi padre te decía.- inició la tercera discusión entre Sana y Nayeon ese día.- Y creí que acompañarme y estar conmigo era parte de tu famoso "contrato".

- Señorita Minatozaki, por enésima vez...- suspiró Nayeon intentando recolectar toda la paciencia que tenía en su cuerpo.- Yo no soy su niñera, soy su asesora.

- Niñera, asesora, es lo mismo, Im Nayeon.- molestó Sana mientras miraba la pantalla de su celular.- Mi padre me dijo que debías acompañarme siempre.- levantó la mirada y clavó sus ojos en los de su "niñera" para lanzarle un pequeño beso de manera burlesca.- ¿O tienes algún otro plan hoy Im Nayeon? Si no puedes acompañarme, le diré a mi padre.

- ¿Su padre le autorizó esta salida, señorita Minatozaki?- preguntó mientras tomaba su celular con rapidez y revisaba la agenda que había diseñado con el Sr. Minatozaki, acerca de las amistades y juntas permitidas de Sana.

- Claro, papá no dejaría que mi amistad con Momo y Dahyun termine...- respondió con un tono burlesco, haciendo que Nayeon frunciera el ceño.- No arrugues la frente Im Nayeon.- le ordenó con rapidez.- Luego tendrás que usar botox para quitarlas.- finalizó mientras buscaba un brillo labial en su cartera y se lo aplicaba lentamente sobre los labios, notando como Nayeon la miraba con desprecio.

La asesora sintió su sangre arder ante la siempre molesta actitud de Sana, ese maldito aire de superioridad, esa forma de darle órdenes como si ella fuese su estúpida esclava.

- Confirmaré la información con su padre, señorita Minatozaki.- respondió Nayeon intentando mantener la calma, mientras marcaba el número de teléfono del Sr. Minatozaki y ponía el teléfono contra su oreja.

- ¿Molestarás a mi padre con esa tonta pregunta?- rió suavemente Sana.- Creí que también podías tomar decisiones tú sola, Im Nayeon.

Apretó el celular con rabia contra su oreja.

- Además, papá está muy ocupado hoy.

Respiró profundamente y contuvo el aliento para seguir ignorándola.

- Yo creo que se molestaría si la supuesta asesora le escribe o llama para preguntarle por una junta con mis amigas.

Rabia en el centro de su pecho.

- ¿Sería estúpido que mi padre te regañara por interrumpirlo, no Im Nayeon?

- Guarda silencio.- ordenó molesta Nayeon, mientras escuchaba como el tono de llamada no cesaba contra su oído y le ofrecía una molesta mirada.

Sana nuevamente contuvo el aliento ante la amenazante mirada de su niñera, sintiendo como su respiración se desacompasaba, haciéndola sentir completamente vulnerable y excitada al mismo tiempo.

¿Por qué le parecía tan atractivo que Nayeon perdiera el control y le hablara así?

- Sr. Minatozaki, buenas tardes, lamento molestarlo...- inició Nayeon sin quitar su mirada de Sana, para luego llevar su dedo índice a su propia boca y ordenarle a esa maldita mocosa que no hiciera un solo ruido.

¿Por qué era tan jodidamente excitante que Nayeon la tratara así?

- ¿Que yo tome la decisión?- sonrió Nayeon, para levantar una ceja, haciendo que Sana abriera los ojos con sorpresa, haciendo que se levantara de la cama de golpe.- No se preocupe Sr. Minatozaki, no volveré a molestarlo con esto, jamás.- continuó, notando como Sana se acercaba a ella e intentaba tomar el teléfono.- Siéntate.- le ordenó nuevamente, mientras cubría el micrófono con una de sus manos, para luego colocar el teléfono en altavoz.

Sana obedeció sentándose al borde de la cama, empuñando sus manos en la suave cobija, mientras miraba con molestia cada uno de los movimientos de Im Nayeon.

The Brat Tamer [+18] [SaNayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora