XV

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La malcriada chica irrumpió en la oficina de Nayeon sin siquiera tocar la puerta. Cruzó el umbral como si fuese la maldita dueña del lugar. Notando como la abogada se encontraba en una videollamada y quien solo elevó una ceja al verla entrar.

Sana se sentó en la silla frente a su escritorio, observando como su maldita niñera no desviaba sus ojos de la estúpida pantalla de su computadora, haciendo que su cuerpo solo sintiera molestia. Odiaba que Nayeon no le pusiera atención.

Y lo peor es que ahora tenía la maldita costumbre de excitarse cada vez que se sentaba frente a la mayor. Cada vez que se sentaba en una silla con su espalda derecha, sus piernas entreabiertas y la mirada de Nayeon recorriendo su cuerpo eso no hacía más que mojarla en un par de segundos.

Y Nayeon también lo sabía.

La mayor dejó que sus ojos recorrieran con lentitud el cuerpo de Sana para luego mirar nuevamente la pantalla de su computadora. Llevó un par de sus dedos hacia el teclado de su computadora y apretó un botón para silenciar la llamada.

— Cierre la puerta con llave señorita Minatozaki.— habló con lentitud la abogada.— No tardaré más de 5 minutos.— explicó.— ¿Puede ser una buena chica solo 5 minutos?— preguntó elevando una ceja y volviendo a poner atención a la llamada.

Sana sintió una corriente recorrerla desde la punta de su cabeza bajando por su columna, encallando en su entrepierna, volviéndola completamente loca.

Asintió mientras rodaba sus ojos y se levantaba a cerrar la puerta. Procuró contornear su cuerpo, sintiendo como la mirada de su niñera recorría cada una de sus curvas. Se volteó y se apoyó contra la puerta, lamió sus labios y esperó en silencio.

El cuerpo de Nayeon liberó un pequeño suspiro, como si la malcriada chica le robara completamente el aliento.

Necesitaba follarla ya.

Y es que hace dos semanas que Sana había descubierto lo exquisito que era follar con Nayeon en su oficina. Lo exquisito que era corrrerse encima de su escritorio, ahogando sus gemidos en la palma de la mano de Nayeon, sintiendo la adrenalina de ser descubiertas, sintiendo el satisfactorio placer de desobedecer a su padre casi frente a sus narices, haciendo que su maravillosa abogada se la follara duro y sucio, que su empleada estrella estuviese dándole los mejores orgasmos de su vida en su puto edificio.

Y es que desde que se propuso no caer más ante los encantos de Nayeon, descubrió que hacerlo en la oficina era el mejor lugar para huir de inmediato. Era el mejor lugar para obtener lo que quería de Nayeon y ya.

Ya no habían momentos para acurrucarse, no habían momentos para rogar besos, ni menos caricias obligadas. No habían momentos para sentir como su corazón latía obsesionado ante las dulces miradas de la abogada, ni menos para desear una palabra de cariño.

Desde que Sana se propuso ganar este estúpido juego, esta no había desperdiciado ninguna oportunidad de utilizar a la mayor para sus fines sexuales.

Nayeon por su parte admitía que toda esa situación le generaba demasiado morbo. Follar en la oficina era algo que se escapaba completamente de su control, de sus reglas, de su orden, pero Sana lo hacía tan bien cuando estaban en la oficina, lo tomaba tan duro, tan sucio, tan obedientemente, que no podía decirle que no.

Desde que habían discutido las reglas de sus encuentros, el sexo con la malcriada chica se había vuelto fabuloso. No había día en que Nayeon no quisiera follarla. No había día en que la abogada no quisiera usarla para su placer.

Nayeon la miró con detención y con su dedo índice la llamó, para luego señalar la silla frente a su escritorio.

— Los avances se deben entregar mañana.— habló Nayeon con seriedad, intentando concentrarse en su trabajo mientras veía como Sana se acercaba hasta su escritorio, lo rodeaba y se sentaba sobre este, a un costado del computador de la abogada. Nayeon negó con la cabeza pero Sana no parecía nada arrepentida.— No Park, ese juicio no es hasta dentro de 2 semanas.— continuó la abogada mientras notaba cómo la malcriada chica batía sus pies y dejaba caer sus zapatos al suelo.— No puedes darle prioridad a eso, ya te lo expliqué más de una vez.— reclamó molesta.

The Brat Tamer [+18] [SaNayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora