V

2.1K 259 46
                                    

- Maldita sea...- los lentes oscuros no se sentían lo demasiado oscuros para Sana en este momento. Nayeon había decidido pasar por ella a las 7:30 de la mañana, aún cuando le dijo que no tenía intención de ir donde su padre.

Así que ahí estaba Sana, lentes oscuro, cabello revuelto y un dolor de cabeza que hace tiempo no sentía.

Maldita resaca.

Por otra parte, Nayeon se mantenía completamente inmaculada, su ropa ordenada, su maquillaje perfecto, su peinado sin fallas y sus labios completamente sellados mientras manejaba camino a la empresa. Sana no había logrado arrebatarle ni una sola palabra en todo el camino hasta la empresa.

- Necesito un café.- habló Sana con las pocas fuerzas que le quedaban.- Im Nayeon...

La mayor la ignoró, con su vista fija en el camino.

- ¿Me escuchaste?

- Beberá café en la oficina, señorita Minatozaki.

- Hasta que te dignas a hablarme, Dios.- habló Sana acomodando su cabello.- Quiero uno del Starbucks, podemos pasar por él de camino a la empresa.- insistió malcriadamente.- El café de la empresa de papá es asqueroso.

- No tenemos tiempo para pasar a comprar su café.- respondió Nayeon ante el lloriqueo constante de la menor.

- Im Nayeon.- la nombró con molestia.- No tardaremos ni 15min.

- Ya le dije que no.

- Eres tan insoportable.- habló por lo bajo Sana, mientras miraba por la ventana del auto.

••••

- ¿Y eso que significa?- preguntó nerviosa Sana, mientras intentaba encontrar la mirada ofuscada de su padre.

- Sr. Minatozaki, haremos una contra demanda al Sr. Lee.- habló Nayeon con calma.- No tiene los recursos suficientes para efectuar este chantaje mediático.

- Te dije mil veces Sana, te dije mil veces que ese hombre era una maldita sabandija.- habló el hombre con molestia, mientras rascaba su nuca disconforme.- Te dije que no le hablaras de nuestros proyectos, de nuestras ideas.

- El acusarlo de plagio es una estupidez.- habló Nayeon.- Esto será un caso muy sencillo de ganar Sr. Minatozaki.

Sana podía sentir el resentimiento de su padre por ella. Podía ver como el hombre no era capaz de mirarla a los ojos, no era capaz de siquiera explicarle todo lo que estaba ocurriendo. Sana solo sentía culpa, culpa de ser como era, culpa de no saber sus amistades, culpa de dañar a su padre, culpa de hacer el trabajo de Nayeon más difícil, culpa de simplemente existir.

- ¿Y que se supone que hago con ella?- preguntó mientras miraba fugazmente a su hija.

- Padre...- la palabra salió como una tímida disculpa, que ni siquiera ella entendía, pero cuando de su padre se trataba, Sana no tenía orgullo alguno. Desde la muerte de su madre, aquel hombre era lo único que tenía en su vida y su debía arrastrarse por su perdón, lo haría.

- No se preocupe por Sana, yo seguiré a cargo de ella.- dijo Nayeon mientras miraba a la confundida chica sentada al otro lado de la mesa.- En estos dos meses no ha salido en ninguna portada, ¿no es así?

¿Sana? Era la primera vez que Nayeon la llamaba por su nombre. Ahora no solo debía lidiar con la culpa que sentía debido a su padre, si no, que ahora también le debía culpa a Nayeon.

Sintió sus manos empuñarse ante la rabia que sentía consigo misma porque haber confiado en aquel chico, pero jamás pensó que hacer amigos le traería estos problemas.

- ¿Pueden dejar de hablar de mi como si no estuviera aquí?- preguntó cabizbaja la menor.- ¿Qué acaso soy una maldita silla? ¿Una puerta? ¡Qué mierda!- se levantó con molestia de su silla para luego brindarle una mirada de completa confusión a Nayeon.

- Cálmese señorita Minatozaki, no es lo que quise decir.

- Solo traigo problemas y problemas, ¿no es así padre?- refunfuñó con dolor mientras golpeaba la mesa.

En ese instante la mano de Nayeon envolvió la muñeca de Sana y con fuerza jaló de ella, sacándola de la oficina y arrastrándola a duras penas hasta el baño.

Sana se resistió inicialmente ante el jalón de la abogada, pero su cuerpo con resaca le impedía luchar más de la cuenta. Solo notó como Nayeon corría a dos chicas de dentro del baño para luego cerrar la puerta detrás de ellas.

- Maldita sea, Im Nayeon...- se quejó con tristeza mientras las lágrimas parecían quemarle las mejillas.

- Solo cálmate.

- No me pidas que me calme.- gruñó la menor, mientras apoyaba sus manos en el lavamanos y miraba su reflejo con molestia.- Sana, Sana, Sana.- suspiró con tristeza para luego limpiar sus lágrimas con el dorso de su mano.- Siempre arruinando todo.

- Señorita Minatozaki.- habló calmadamente Nayeon, acercándose al encuentro de la menor.- No es gran cosa lo que está pasando.- continuó mientras apoyaba una de sus manos en el hombro de Sana.- Yo voy a solucionar todo esto, ¿está bien?

- ¿Cómo vas a solucionar esto si el problema soy yo?- preguntó entre risas Sana, mientras Nayeon veía sus manos aprisionando el mármol del lavamanos.- Tendrías que hacer que naciera de nuevo, Im Nayeon.- se burló.

Nayeon la ignoró y dio el agua del lavamanos.

- Lávese la cara señorita Minatozaki.- le dijo con calma.- Tome el agua en sus manos y lávese la cara.

- ¿Qué?

- ¿Quiere que su padre deje de pensar en ud como una niña malcriada? ¿Quiere dejar de sentirse así?- preguntó Nayeon mientras sumergía una de sus manos bajo el agua y acuñaba un poco en su mano.- ¿Quieres aprender a no cagarla Minatozaki?- las palabras parecían duras, pero la mirada de Nayeon no reflejaba nada más que preocupación.

Sana asintió. Y Nayeon llevó el agua acuñada en su mano hasta los labios de la menor, obligándola a beber un poco de ésta, Sana bebió hasta la última gota de agua de la mano de Nayeon.

- Lávese la cara y volveremos a la oficina.- le explicó Nayeon.- Luego de eso veremos que haremos con su malcriado comportamiento, ¿está bien?

- Mhm...- asintió nuevamente Sana, mientras buscaba la mirada de Nayeon a través del reflejo del espejo, para luego lavarse la cara.

El agua fría tensó sus mejillas por leves segundos, enfrió sus mejillas y ojos debido al llanto y logró calmar su respiración.

- Im Nayeon.

- Hablaremos de esto en su casa, señorita Minatozaki.

••••















A/N: Espero que les guste este capítulo, ya que es más que nada para darle un contexto al entrenamiento de disciplina que le hará Nayeon a Sana.

En un inicio quería que esta historia fuera 100% smut, pero en mi imaginación, la trama se está desarrollando de otra manera. Tal vez es bueno mostrarles que puedo hacer una historia que no sea solo smut 🥲

Pero no desesperen que habrá smut, pero tal vez no tanto como tenía pensado originalmente. Espero que no les moleste eso 🥺

Déjenme sus comentarios sobre qué piensan de la historia hasta ahora. Gracias por siempre leerme y comentarme cositas, leo todo lo que me dicen y me hace muy feliz interactuar con uds, solo que algunas veces mi vida de adulta no me lo permite en un 100%. En fin, un abrazote, les tkm. 💖

The Brat Tamer [+18] [SaNayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora