Wonyoung [Sunsun]

IX

Ese día todo iba normal, para su sorpresa se dio cuenta que estaba retomando su rutina de antes de la llegada de Juyeon. Por primera vez en mucho tiempo, no sentía miedo.

Como de costumbre, se sentó en una de las mesas alejadas del bullicio de alumnos. Disfrutando de la paz y tranquilidad que sentía en su preciada soledad. Pero esta fue interrumpida por la presencia de un chico castaño.

—¿Puedo sentarme aquí?—preguntó tímidamente aquel extraño.

Frunció el seño porque ya era conocimiento de todos que él era un lobo solitario, apenas había llegado a la escuela algunos alumnos intentaron acercársele pero luego de ver que no funcionaba se iban. Sunoo estaba agradecido porque realmente no confiaba en ninguno de ellos, su mente paranoica le repetía qué sabían de su parentesco con Wonyoung y que solo lo estaban utilizando.

Iba a decir que no pero por alguna extraña razón se vio así mismo asintiendo levemente provocando un suspiro de alivio en el contrario.

—¡Muchas gracias!—dijo entusiasmado mientras apoyaba su bandeja y tomaba asiento frente a él.—La verdad es que soy nuevo aquí y estoy muerto de miedo porque no conozco a nadie. Bueno, a excepción de mi noona que está en último año, ¿la conoces? Es muy bonita y...

Sunoo en algún punto dejó de escucharlo porque ya le estaba dando dolor de cabeza. Al parecer el chico que entre tantos datos sin importancia decía se había presentado como Jungwon, era de agarrar confianza rápido y decir todo lo que se cruzaba por su cabeza.

Se arrepintió pensando que no había sido buena idea, ¿en qué punto se le había ocurrido que funcionaria?

Definitivamente algo estaba cambiando en él porque meses atrás ni siquiera hubiera dudado en rechazar la oferta de Jungwon.

"Es culpa de ese tonto" pensó mirando la mesa donde se encontraba Sunghoon junto el grupo de amigas de su hermana, sorprendiéndose al descubrir que el también lo estaba observando.

Apartó la mirada sintiendo sus mejillas sonrojarse y volvió su vista a Jungwon.

—No eres alguien de muchas palabras, ¿no?—Sunoo negó con la cabeza. Pensó que seguramente al castaño le aburriría eso y en algún momento se iría.—¡Me encanta! Digo, no es que no me gusta que hables, de hecho, me gustaría escuchar tu voz pero si eres callado y yo hablo mucho eso significa que nos complementamos, ¿no es lindo?—Sunoo trató de disimular su mueca de disgusto por una sonrisa forzada.

"Ya no puedo soportar esto" pensó y sin decir más nada se levantó con la intención de irse.

—Lo lamento, te cansé.—esta vez, la voz de Jungwon había salido más bajita y sonaba herido.—Todos en mi anterior escuela se alejaban porque decían que era irritante, supongo que acá también será igual y tampoco tendré amigos.

Sunoo hizo el mayor esfuerzo para autoconvencerse de que no era su problema si ese niño no tenía amigos pero algo dentro de él se ablandó un poquito al verlo cabizbajo y jugueteando con sus manos.

Sin decir nada pasó por su lado para dirigirse a su clase, Jungwon suspiró aguantándose las ganas de llorar.

—¿No vendrás?—preguntó Sunoo de espaldas parando su paso por un segundo.—Si no te apuras, te dejaré.

Jungwon con una sonrisa gigante en el rostro apresuró el paso para llegar a su lado.

—¡Eres el mejor!.—exclamó envolviéndolo entre sus brazos, este solo se quedó quieto siendo inmovilizado por Jungwon quien cada vez lo apretaba más.

—No me toques.—protestó con una cara de pocos amigos por lo que Jungwon inmediatamente lo soltó.—Dijiste que eras nuevo, ¿no? Te mostraré la escuela.