Extra II

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Sunoo estaba estudiando cuando la puerta de su habitación se abrió y el perfume tan característico que conocía como la palma de su mano inundó la habitación. 

—Sunnie~—canturreó Sunghoon yendo a abrazarlo por atrás.

Finalmente logró relajarse y abandonar sus útiles escolares para apreciar como Sunghoon besaba reiteradamente su mejilla.

—¿Fue un día difícil?—preguntó mientras se paraba estirandose, había pasado muchas horas sentado y necesitaba despejarse un poco. El azabache asintió formando un puchero.—¿Quieres mimos?—nuevamente volvió a asentir.

Sin decir nada Sunoo fue hasta su cama matrimonial abriendo las sabanas, luego procedió a meterse y hacer palmaditas en la cama para que Sunghoon se uniera.

El azabache se acostó de espaldas y el menor se acomodó mejor pasando su mano por su cintura formando una cucharita. Muchas veces era Sunghoon quien iba en busca del menor por muestras de afecto como abrazos o besos sobretodo cuando había tenido un día cansador y Sunoo con gusto se los daba.

—¿Quieres hablar de eso?—indagó. Sunghoon se volteó para que quedarán frente a frente y el rubio aprovechó para dejar mimos en su cabello.

—No.—murmuró adormilado cerrando los ojos, las caricias de Sunoo siempre eran delicadas y extremadamente relajantes.—Esto es lo que necesitaba, estoy cansado.

Las caricias continuaron mientras analizaba el rostro de su novio, apreciando las facciones varoniles que poseía. Mientras más lo observaba, más encontraba pequeños detalles que lo hacían enamorarse un poco más si es que eso era posible.

—Amor~, quiero dormir apaga la luz.—demandó con los ojos aún cerrados, el sueño se hacía cada vez más presente.

—No quiero levantarme de la cama.—protestó Sunoo.—Ve tú.

—Yo tampoco quiero.—dijo como niño pequeño.

—Entonces dormiremos con la luz prendida.—expresó adormilado Sunoo, acomodandose aún mejor en la cama.

—Si te lo hubiera pedido antes lo hubieras hecho, ¿ya no me amas?—lloriqueó Sunghoon.

—Hyung, eso es porque llevábamos poco tiempo juntos. Ya llevamos más de dos años, la tapa de enamoramiento ya pasó.

—Uy, lo siento señorito estudiante de psicología.

Sunoo soltó una risa melodiosa contagiando a Sunghoon. No necesitaba abrir los ojos para imaginarse la hermosa sonrisa de su novio que había tenido el privilegio de ver miles de veces.

—No lo aprendí en clases, me lo dijo mi terapeuta.

—¿Ah si?—esta vez Sunghoon pareció más interesado abriendo sus ojos.—Te está haciendo bien, ¿cierto?

—Si.—asintió siendo consciente de que el azabache no lo podía ver.—Es agradable y podemos hablar de muchas cosas.

—¿Muchas cosas?—mencionó invitandolo a Sunoo a que profundice un poco más el tema.

Sunoo finalmente abrió los ojos encontrandose con el rostro pasible de Sunghoon, estaban cerca a tal punto que sus respiraciones se mezclaban. Se sentían cómodos el uno con el otro.—Creo que hay muchas cosas de mi vida que me gustaría sanar. No es que antes era infeliz pero me sentía como, ¿vacío? No se como explicarlo.—suspiró.—Y en un punto me sentí culpable porque no tenía una razón para estarlo. Te tenía a ti que me haces muy feliz, a mi hermana e incluso amigos nuevos. Ya no me molestaban en la escuela y no tenía ninguna otra preocupación pero...

—Aún así te sentías mal.

—No se si esa sea la palabra pero algo así. Después de todo, ¿qué es ser feliz? ¿existe eso llamado “alcanzar la felicidad” o vivimos nuestras vidas esperando a que ese momento llegué sin darnos cuenta que es algo efímero como todo lo demás? Yo era feliz pero hay cosas que simplemente no se olvidan y que debemos sanar y trabajar. Mis padres, Juyeon, mis inseguridades... Quiero ser mejor: mejor persona, mejor amigo, mejor hermano, mejor novio y no me digas que ya lo soy.—amenazó al ver que Sunghoon iba a hablar.

—Pero tú eres el mejor novio que se podría pedir.—protestó haciendo un puchero.

—Hyung, para ti todo lo que haga está bien.

—¡Eso no es cierto!

—¿Debo recordarte el escándalo que casi haces cuando no gané ese concurso de dibujo?

—¡Pero el tuyo era el mejor! El que ganó parecía hecho por un niño de cinco años, incluso yo podría haberlo hecho mejor.

Una sonrisa no tardó en extenderse en los labios de Sunoo y finalmente cortó el espacio entre ambos, primero fue un pico corto pero cuando se estaba por separar Sunghoon lo volvió a atraer hacia él alargando el beso.

Cuando se separaron ambos conectaron sus miradas apreciandose al uno al otro.

—Te amo.—dijo Sunghoon.

—Y yo a ti, Hoonie.

—Me gusta que estés mejor, tienes un brillo distinto.

Sunoo siempre pensaba lo mismo cada vez que estaba con Sunghoon, esperaba que eso jamás acabará. Incluso comenzó a imaginar un futuro con él (cosa que incluso a él lo sorprendió) pero estaba seguro de jamás haber sentido tanto amor por alguien.

Las caricias, las risas, los besos y mimos, tener con quien hablar de sus preocupaciones y que sea su lugar seguro. Sunghoon era una persona única, era amable, inteligente, trabajador y tenía un corazón de oro. Lo hacia feliz y el quería que también lo fuera, su pecho se llenaba de orgullo cada vez que promocionaba una materia y lo veía contento porque sus esfuerzos habían valido la pena. Y también dolía cuando se frustraba o estresaba tratando de cuidarlo y apoyarlo lo más que pudiera a cada paso. Se tenían el uno al otro y nada más importaba porque sabía que cualquier dificultad que apareciera la podrían superar juntos.

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aparezcoo, ya tocaba un extra sunsun

el otro fue más enfocado en la amistad del grupo porque era algo a lo que también quería darle importancia pero igualmente la historia sigue siendo sunsun por lo que iba a tocar otro sobre ellos

espero que les guste, el próximo es el último y va a estar situado años más adelante cuando ya sean más grandes

Wonyoung [Sunsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora