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Sunghoon ese día estaba de mal humor, tenía un sabor amargo en la boca desde que el día anterior Sunoo le había dedicado esas palabras.

¿Eso pensaba de él? ¿Por esa razón no confiaba en él y no quería que nadie supiera de su parentesco con Wonyoung? Su mente divagaba ante las miles de razones por las que Sunoo parecía tan escéptico de todas las personas que lo rodeaban. Porque si, muchas veces vió el intento de alguno de sus compañeros acercarse a él pero este siempre los terminaba alejando.

—¿En que estás pensando tanto?—preguntó Gaeul mientras llevaba a su boca un poco de su comida.

—Tiene razón, estás distraído. Jake estuvo robando de tu comida todo el almuerzo y ni siquiera te diste cuenta.—agregó Wonyoung preocupada.

—¡Oye! No me acuses.

El resto de sus amigos rieron y Sunghoon dirigió la vista a la mesa en la que usualmente se encontraba Sunoo encontrándosela vacía. Su preocupación crecía preguntándose en donde estaría, si estaría enfermo o le habría pasado algo malo, pero no le podía preguntar a Wonyoung en frente de sus amigos.

Los chicos seguían bromeando sobre lo distraído que estaba Sunghoon cuando el se paró de golpe provocando que se sorprendieran.

—Ya vuelvo, voy al baño.—anunció marchándose.

¿Era tonto si buscaba a Sunoo? El menor quizás estaba tranquilo en su casa descansando pero la idea de que algo le haya sucedido le revolvía el estómago. No tenía forma de comunicarse con él y debía encontrar el momento exacto en el que Wonyoung estuviera sola (cosa que en la escuela era difícil porque todos querían su atención) para poder preguntarle por él.

Iba caminando por los pasillos vacíos perdido en sus pensamientos sin saber bien hacía donde ir, hasta que escucho unos quejidos de dolor y una voz conocida que últimamente le parecía repulsiva.

Entró al baño de hombres encontrándose con una imagen que le hirvió la sangre e hizo que perdiera todos los estragos. Sunoo yacía recostado en el suelo con el labio partido y unos moretones, respiraba agitadamente y miraba con una expresión de rabia al chico frente a él.

—Tú sola existencia me provoca asco.—escupió Juyeon.—¿Qué sucede?—se acercó hasta quedar a su altura tomando fuertemente su mandíbula.—¿Aún quieres más? Porque tu lindo rostro parece pedírmelo a gritos.

No pensó dos veces antes de encaminarse hacia Juyeon y empujarlo fuertemente hacía los lavabos.

—Te dije que lo dejarás en paz, imbécil.

La expresión burlesca en el rostro de Juyeon provocó aún más resentimiento en Sunghoon.

—¿Qué sucede, Park? ¿Ahora dedicas tú tiempo libre en proteger a basuras como él? Te recuerdo que estamos a mano, ya no te debo nada. Si quiero divertirme con él, ¿por qué no puedo hacerlo? Sabes, hasta incluso es bastante bonito me preguntó cómo será pro-

No pudo terminar la oración porque el puño de Sunghoon chocó bruscamente sobre su rostro provocando que por unos momentos todo girara. Aprovechando la confusión, Sunghoon lo lanzó con toda su fuerza en el suelo colocando cada pierna al costado y sentándose sobre su pecho.

La situación lo había nublado, no pensaba correctamente. Solo se había imaginado al imbécil ese sobre Sunoo y pensó que sería capaz de molerlo a golpes ahí mismo.

—Eres un maldito enfermo.

Sin pensarlo dos veces su puño volvió a estamparse sobre su rostro, esta vez con más fuerza que la anterior. Juyeon atinó a sacárselo de encima y empujarlo contra el suelo.

Wonyoung [Sunsun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora