Odio a los cazadores, ¿cómo es posible que hayan tantos y ninguno haya sido capaz de estar al menos a 15 minutos ese día? Esos buenos para nada nunca ayudan a los pobres o personas que no tengan privilegios.
De todas formas en mi pueblo nunca he vu...
El tiempo pasaba y conforme todo iba, T/N se sentía cada vez más cómoda con Kyojuro, todo lo que había sucedido con Uzui había hecho que ella lograra aprender a controlarse más, y aunque su maestro de cabecera era el chico con el que vivía, el pilar del sonido iba de vez en cuando a entrenar a la chica cosa que fue el acuerdo entre ambos jóvenes fuertes.
-¡Joven Agatsuma es hora de irse!- este abrió la puerta del cuarto de la chica pensando que ya estaría fuera entrenando por la hora más, para su sorpresa estaba cambiándose, cosa que paralizó al pilar y ella avergonzada se tapó cómo pudo, apenas había salido de la ducha y este ya había logrado ver media parte de su cuerpo, cosa que para él había sido tallado por los mismos dioses.
Último día de entrenamiento
Narrador Omnisciente
-¡Di..Discúlpeme Joven T/N!- las mejillas de Kyojuro se encendieron como nunca antes, y el verla así hizo que se acalorara rápidamente. Por primera vez en su vida había visto a una mujer semi desnuda y había sido muy vergonzoso para el. Le debía unas disculpas pero, prefirió ir a hacer el desayuno antes de que ella saliera pues hoy era su último día con él antes de la prueba de cazadores.
-Rengoku Kyojuro- su voz espanto al pilar mientras este terminaba de poner la mesa -Yo...perdón sempai por no estar más temprano despierta- el volteando a ver su rostro notó el leve rubor que se daba en las mejillas de aquella señorita cosa que le encantaba.
-¡No se preocupe señorita, el que le debe la disculpa soy yo por no tocar antes la puerta- ambos se sonrieron y el silencio se hizo presente, por primera vez en casi más de un año ambos estaban nerviosos, deseaban decir algo pero sus bocas no podían decir lo que su corazón quería.
-Gracias por su amabilidad- el pilar se dispone a comer esperando a la chica en la mesa, cosa que ambos hicieron en puro silencio. Ni siquiera sus miradas se habían conectado esa mañana pues ambos estaban tan metidos en sus pensamientos que no notaron la presencia de uno de los pájaros que enviaba cartas al pilar por parte del patrón.
/Carta para Rengoku Kyojuro\
Este tomo la carta y al leerla, se entristecía porque decía lo que se temia. No quería hacerlo pero tendría que obedecer al patrón por el bien de todos, él se levanto luego de terminar su desayuno y fue por los libros que tenía en la biblioteca familiar y sin previo aviso se fue de la finca, cosa que extraño mucho a la chica y tomó el pedazo de papel que le habían enviado.
"Problemas en la finca de los insectos" Ella entendió rápidamente el motivo de su apuro, y se dedicó a terminar su desayuno en paz, pero noto que rengoku habia olvidado su haori, por lo que iria a revisar si estaba en su cuarto y siendo honesta siempre le dio curiosidad saber quien era la mujer de la foto que había visto en el cuarto de su maestro al llegar a la finca, encaminándose allí ella confirmo que estaba sola y entró en el amplio, organizado y limpio espacio que ella admiró mucho, él era muy distinto a ella, organizado, respetuoso, amable, cariñoso, pero ella muchas veces era todo lo contrario y se dio cuenta de ello solo por el aspecto de su cómodo cuarto con colores cálidos como el naranja en algunos cuadros, un librero y el futón, ella admiró una flor con la foto de una mujer, al verla mejor su madre era la que estaba en ella pero, escuchó ruidos acercarse y rápidamente cerró la puerta del cuarto encerrándose en el armario pues era muy probable que el que haya vuelto sea el pilar de la flama en busca de la prenda olvidada y..¡Mierda! ella la tenia, rogaba al cielo para que el no abriera el armario.
La sorpresa fue mayor para el que para ella pues, justo iba por ropa para tanjiro, quien había vuelto de una misión gravemente herido y no traían con ellos ropa que le quedase además de la del pilar, pero la chica calló encima de él sin querer y se encontró en una situación más que delicada pues, la chica que le gustaba estaba sobre él y habían quedado a tan solo centímetros de tocar sus labios.
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Todo en ese instante para ambos fue deseado, ella no quería alejarse y él tampoco, pero la moral del chico siempre lo vencía, él no sabía que sentía ella por él y además, era su maestro cosa que le hizo recordar lo que dijo el primer día que llegó a su finca "Ustedes los cazadores son una farsa, ¿cómo que traer chicas cada cierto tiempo? ¿En eso están cuando no salvan vidas? ¿REVOLCÁNDOSE CON UNA CUALQUIERA? "
Rápidamente este se levantó y ayudó a la chica a lo mismo.
-Perdon Tn-sama- el estaba mucho más que rojo. Pero recordó por lo que había venido, su intriga de saber que ella hacía en su armario lo tenía dando vueltas pero decidió priorizar. -Cuando vuelva hablaremos- ella ahora estaba metida en problemas y ambos salieron del lugar pero ella se dispuso a entrenar pues tenía exámenes mañana, miro su mano y tuvo que con penas llamar a su maestro.
-Rengoku san, su haori- el le sonrio agradecido y de nuevo tomo rumbo a su destino.
Las cosas sucedidas no salían de la cabeza de ambos jóvenes, más T/N se sentía tremendamente atraída por lo que había pasado, en cuanto había sentido el cuerpo y el calor de su maestro sobre ella, solo lo quería más y más. Ese año de entrenamiento había aflorado en ella sentimientos más que fuertes acerca de su sempai, pero ella no se atrevía a decirle nada por miedo a que este siempre haya sido así con otras y que ella hubiese sido la única que se enamoró de él por su forma de ser. El oso de esta por el patio a practicar le había dado mucho coraje por lo sucedido y sin darse cuenta había roto uno de los brazos de práctica con su espada y fue cuando decidió descansar, sus pensamientos no la dejaban tranquila y para las horas que eran ya sentía que era momento de empacar.
-T/N-shonem- ella volteó al llamado de la persona con la que últimamente había pasado todo su tiempo y este estaba rojo, hiperventilando y sudado como si hubiese estado corriendo. Ella preocupada fue a él a revisar si hubo alguna pelea o emergencia mayor. -Estoy bien joven gracias, pero necesito que hablemos sobre tu examen- sentándose ambos en la orilla del piso de la casa estos se miraron directamente, dándole más peso a las palabras que saldrían de sus bocas.
-¿Que tiene que decirme?-
-Su examen, durará mucho tiempo lejos y me gustaría que volviera si le es otorgado el reconocimiento de cazadora, finalmente podrá usar esto en su espada- tenía en sus manos el mango que el padre de la chica había dejado para su legado.
-Sempai, tengo algo que decirle sobre lo sucedido hace unas horas-éste la miro atenta y ella no sabía si confesar sobre sus sentimientos o hablar sobre el malentendido, pero al final tenía que ser sincera con él ya que él siempre era así con ella.- Kyojuro-kun yo...
