Pelea mujer, pelea #13

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Narra T/N Agatsuma

-¿Podrías dejarme respirar?- en ese instante Kyojuro le sonrió y bajo su espada, por fin dejándome sentarme. ¿Porque se supone que es tan difícil algo que de lejos hacen ver tan sencillo?.

-Más tarde entrenarás con los muñecos, luego la respiración y volveremos a practicar con la espada- me voy a morir hoy, enserio que si.

Con el dolor de piernas terrible que tengo me encamine a la cocina por algo de agua, enserio que nunca en mi vida me había sentido tan cansada como hoy. Pero necesitaba enfocarme por mi familia.

-T/N sama, ¿puedo hacerte una pregunta sería?- su voz me asusto un poco pero asentí cuando me senté a beber del vaso. -¿te molestaría si te pregunto qué sucedió con tu familia?- me tomo desprevenida. De quien menos quería hablar era de ellos en este instante.

-Mis padres...- respire profundo para no llorar, o sería un mar de lagrimas todo el día- fueron asesinados por la tercera luna superior- el imaginar la escena en mi cabeza de nuevo me airaba- mi hermana pequeña Tsuhiko, mi primo Shigo y mis padres fallecieron a altas horas y yo fui la culpable...- me reprimía para no llorar, todo fue mi culpa, Kyojuro puso su mano en mi hombro para darme fuerzas- Yo debía morir al igual que mis padres- el peso de todo lo que se había estado acumulando por fin salió a la luz y unas lágrimas inocentes bajaron por mi cara sin darme cuenta hasta sentirlas en mi boca- Me pelee con papá esa noche y salí corriendo de casa, no sé qué sucedió pero era muy tarde y cuando volví estaba ese demonio y frente a mis ojos murió mi madre, al ver mejor todos los demás estaban muertos y ella fue la última, el demonio me miro y sonrió acercándose, yo estaba muerta del miedo y creí que sería mi fin pero, con la sangre de mi madre acarició mi mejilla y solo dijo "eres tan inocente que no mereces morir, no aún" y se fue corriendo-

-T/N sama yo, perdóname no sabía que- el dolor no lo soportaba.

-Solo, déjame sola- fui a mi cuarto y llorando como nunca antes me tire al futón, tenía que ser tan estupida como para salir a esas horas y que encima los dejara con todo abierto para que entrara.

Narra Kyojuro Rengoku

Me sentí mal por ella, sus lagrimas sinceras me dolían y el escuchar sus gritos me hacían querer consolarla pero a penas y la conozco. No me gustaría verme como un entrometido o que ella me vea como si buscara algo más pero de un segundo a otro escuché la puerta de su cuarto y la vi correr al patio, siguiéndola ella empezó a golpear los muñecos de una forma muy agresiva y sabía que si no la dejaba no lograría canalizar esa fuerza. Me preocupa más el que esté haciendo eso por dolor, y no por la seguridad de que su abuelo le confirmó un buen futuro.

No pude evitarlo pero me acerqué a ella, y siguió golpeando, más traté de que dejara de hacerlo y cuando casi me da un golpe la abrace, al parecer de la rabia que aún estaba en su interior no me vio y me estaba lanzando golpes que esquivaba, sostuve sus manos en el aire y rápidamente sus lagrimas volvieron y sus sollozos me obligaron a abrazarla con más sentimiento.

-Todo estará bien, vamos a enfrentar a esa tercera luna y la derrotaremos- acaricie su cabeza para consolarla y ella secó sus lagrimas.

-Perdón Rengoku Sempai, volvamos a entrenar- dudoso la mire y ella solo tomo una coleta y amarró su pelo para poder continuar. Nos pusimos en posición y de nuevo empezamos a pelear, ella estaba más agresiva y esquivé muchos de sus ataques tratando de no tocarla, con las espadas era más ágil de lo que esperaba y cuando casi me toca con su espada de madera falseó y callo. Le extendí la mano para que se levantara y continuamos con el entrenamiento.

******
-¡Pelea T/N, Vamos tú puedes!- habíamos durado toda la tarde entrenando y ahora que estábamos probando los perdigones ella los esquivaba con gracilidad pero, el sonido la aturdía y era su punto débil.

-Ahhhhhhhhh- gritó sorprendiéndome y cuando logré verla me había quitado los perdigones y sentí el filó de la madera en mi cuello. Orgulloso de ese progreso alce mis manos en señal de paz y ella bajo la guardia. Deje los perdigones a un lado y sin que ella lo esperara la tome del brazo y posicionándolo tras su espalda y con la espada la obligue a rendirse.

-Nunca bajes la guardia- está vez la solté y di por terminado el entrenamiento.

-Si querías ganar solo debiste acabarme desde el inicio-

-Si lo hacía nunca hubiese visto esos movimientos con los perdigones- una pequeña sonrisa salió en su rostro y eso me calmaba.

-Eso es trampa Sempai, me estás dejando sin secretos-

-¿Secretos? ¿De que hablas?-

-Por eso se llaman así- rio y se fue a quien sabe donde pero supongo que a bañarse o por más agua, hasta yo la necesitaba en estos instantes y al ver la hora ya eran las 7:00 por lo que mientras ella estaba por ahí decidí hacer la cena. Voy a necesitar de senjuro en estos días y quizá le caiga bien a ella otra compañía además de la mía.

***Hora de la cena***

-Que te aproveche- ambos dijimos a la vez y empezamos a comer, esta vez ella con más apetito que yo, tomo la salsa de soja que me recomendó con los dumplings de res y sabían exquisitos, además del sabor del sushi de salmón con arroz frito. Era un manjar que nunca había tenido el placer de probar.

-UMAI- ella me miraba cada vez que lo decía.

-¿Te puedes callar? Se que está delicioso lo que hice pero déjame comer en paz- y si, ella cocino.

~Flashback~

-Rengoku sama, hoy estoy antojada de algo ¿puedo cocinar?- la mire agradeciéndole, me daría el espacio necesario para ir a tomar una ducha, y mientras la tomaba podía sentir el delicioso aroma a salmón en el aire. Era simplemente delicioso y ya esperaba la cena.

Al salir, la admiré de lejos como con felicidad cocinaba el salmón, y con todos los ingredientes en la mesa me miro de mala manera ¿y ahora que hice?.

-No no no, no es de cortesía que veas el menú antes de que esté en el plato!, ve a la mesa y espera allá, ¡Ahora!-

Me echo de la cocina, esta chica esta algo intensa hoy.

~Fin del flashback~

-UMAI, ¡Disculpame T/N sama pero esto está demasiado delicioso!- terminamos la cena y cada quien luego de una buena despedida tomo rumbo a su lugar de descanzo.

Mi fuerza |Kyojuro Rengoku x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora